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Stuttgart apuesta por el Maza Rodríguez
Franciso Maza Rodríguez ha sido el mejor ejemplo que con trabajo no existen imposibles, al grado de estar ahora convertido en uno de los pilares del Tricolor, y en un flamante refuerzo del Stuttgart alemán.
No ha habido crítica o entrenador que lo detenga. De unos años a la fecha su costumbre ha sido aferrarse a sus sueños, hablar en la cancha, sitio en el que siempre ha sido un profesional y desde el que no se ha cansado de apagar cualquier duda para convertirla en elogios.
Su 1.93 de estatura que en ocasiones lo hacían ver torpe en la zaga de Chivas y en la Selección Mexicana no fueron motivo para detenerlo. Franciso Maza Rodríguez ha sido el mejor ejemplo que con trabajo no existen imposibles, que las horas en la cancha y en el gimnasio pueden pulir cualquier defecto, al grado de estar ahora convertido en uno de los pilares del Tricolor, y en un flamante refuerzo del Stuttgart alemán.
Muy lejana quedó la imagen del espigado, pero delgado zaguero que terminó sufriendo una de las peores noches de su vida en Alemania, ante Portugal, en el Mundial del 2006.
Mientras muchos lo condenaban a ser un futbolista más, Rodríguez regresó a casa, trabajó horas extras para pulir defectos y de inmediato se convirtió en un hombre fundamental en la historia de las Chivas al marcar ese mismo año, en diciembre, uno de los goles con los que el Rebaño se coronó en Toluca.
La entrega, los deseos, pero sobre todo, la calidad, lo llevaron a Holanda en mayo de 2008, fecha en la que inició su aventura mientras todo México dudaba de que tuviera éxito. Especialistas y fanáticos tuvieron que doblar las manos, porque Francisco llegó al PSV, se ganó un sitio en el equipo titular y de inmediato levantó la Súper Copa con el cuadro de Endhoven.
De ahí en adelante el Maza ganó el reconocimiento de su país, se convirtió en un inamovible de la Selección Mexicana con la que destacó en Sudáfrica, para finalmente llenarle el ojo a la gente del Stuttgart, conjunto teutón que debió de pagar más que 3 millones de dólares al PSV,