Argentinos miran para otro lado

La sociedad argentina mantiene la calma y el optimismo ante el default del país, aunque no baja la guardia. En la calle las opiniones son encontradas, pero la sensación es distinta a la de hace trece años, cuando los argentinos salieron de sus casas a dar cacerolazos para protestar contra la situación económica.

Es un default muy distinto al 2001, no hay una sensación de incertidumbre tan grande. Todavía está la confianza de que tarde o temprano se va a arreglar. Se tiene la casi certeza de que pare el tema después de que se caiga la cláusula RUFO (Rights Upon Future Offers). El peor de los males sería el default y el miedo es que haya alguna restricción hacia el exterior, pero nosotros no tenemos deuda y no podemos tenerla desde hace años , dijo el economista Mariano Candurra, en entrevista telefónica desde Argentina.

En el primer minuto de este jueves, Argentina entró en cesación de pagos (default) selectiva, al no cubrir un vencimiento para bonistas reestructurados en el 2005 y el 2010 debido a que un juez de Nueva York, Thomas Griesa, congeló el pago hasta que el país cubriera la deuda con los bonistas que no entraron a los canjes.

Se trata de la segunda ocasión que el país entra en cesación de pagos, tras la crisis del 2001 que obligó al gobierno a declararse en mora e imponer restricciones a sus ciudadanos para el retiro de divisas, popularmente conocido como el corralito.

No hay ninguna locura en la calle, acá no pasa nada. Todavía no está como para poner la placa de que entramos en default. O se está tapando, o todavía queda alguna esperanza , dijo con tranquilidad Lucas de Cesco, un documentalista argentino, entrevistado vía telefónica mientras hacía compras en un supermercado. Aquí es de lo más normal , dijo.

Durante la mañana del miércoles, 300 personas participaron en una manifestación en Buenos Aires para apoyar al gobierno. Cifra muy reducida si se compara con las manifestaciones multitudinarias que se dieron cuando la Administración Federal de Ingresos Públicos decidió aumentar el recargo por gastos en el exterior a 35%, en noviembre del año pasado.

(Sobre) el tema del default no sé si es un desconocimiento general, pero no hay nerviosismo. No es con el mismo ímpetu como se han tratado otros temas. No veo un miedo inminente. La gente no ha entrado en razón de lo perjudicial que puede ser (el default) para Argentina , dijo desde Buenos Aires Vanina Andlovec, consultora de comunicación argentina.

En las redes sociales en Internet el panorama se mostró ambiguo: unos defendieron la postura del país y negaron el default, mientras otros se mostraron más pesimistas con su gobierno.

Lo que dijo #kicillof (Axel Kicillof, ministro de Economía) de los fondos buitre no es nuevo y tampoco ha sido lo más fuerte. Si eso hizo caer un acuerdo es que nunca lo hubo , dijo a través de Twitter la periodista argentina Alejandra Lazo (@alelylazo). En cambio, Nacho Viale (@nachociale) afirmó: Gente, la fecha límite es mañana. Ojalá que ese inminente nunca se confirme y mañana no estemos en #default .

Para Vanina Andlovec, la falta de acuerdo entre Argentina y los fondos litigantes coincidió con la muerte de Julio Grondona, presidente de la Asociación de Futbol Argentino desde 1979, por lo que los medios se centraron más en este deceso y no en la imposibilidad de llegar a un acuerdo entre el gobierno argentino y los holdouts. Los argentinos miran para otro lado.

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