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Economía

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Bancos centrales podrían necesitar más tiempo para alcanzar objetivo de inflación: FMI

El FMI destaca la necesidad de una política monetaria más restrictiva hasta que la inflación subyacente muestre una tendencia claramente descendente.

Shutterstock 

Los principales bancos centrales del mundo podrían necesitar más tiempo para volver al objetivo de inflación y un nuevo episodio de turbulencias financieras podría alargar aún más el proceso, afirmó el lunes la segunda del Fondo Monetario Internacional.

Los emisores han subido los tipos de interés a un ritmo vertiginoso durante el último año y medio para luchar contra un repunte histórico de los precios, pero han subestimado persistentemente las presiones inflacionistas.

En lo que describió como "verdades incómodas", Gita Gopinath, argumentó que la comunidad financiera puede ser demasiado optimista sobre el costo y la dificultad de controlar la inflación, lo que plantea un tipo de riesgo para la estabilidad que los bancos centrales podrían no estar preparados para gestionar.

"La inflación está tardando demasiado en volver a su objetivo", dijo Gopinath en la reunión anual del Banco Central Europeo en Sintra (Portugal). "Aunque la inflación general ha disminuido significativamente, la inflación de los servicios se ha mantenido alta, y la fecha en la que se espera que vuelva al objetivo podría retrasarse aún más", añadió.

Tal retraso sería costoso, por lo que los bancos centrales deben mantener una política restrictiva, a pesar del evidente costo para el crecimiento, afirmó.

El problema es que los inversores parecen excesivamente optimistas sobre la trayectoria de la inflación y no ven un gran impacto en el crecimiento económico, una combinación poco probable, especialmente si las tasas altos persisten durante más tiempo del previsto actualmente, argumentó Gopinath.

"Es útil tener en cuenta que no hay muchos precedentes históricos de un resultado así", dijo.

Una vez que se haga realidad, los precios de los activos podrían revalorizarse, lo que podría desencadenar turbulencias financieras como las que se produjeron en torno a la quiebra de Silicon Valley Bank y la venta de Credit Suisse a principios de año, advirtió.

Aunque los bancos centrales han insistido en que disponen de las herramientas necesarias para gestionar tanto los riesgos de precios como los de estabilidad financiera, la realidad es que sus competencias son limitadas cuando las tensiones financieras amenazan con convertirse en una crisis sistémica, añadió.

En ese caso, corresponde a los gobiernos prevenir la crisis, pero su capacidad fiscal es bastante limitada en la actualidad, por lo que es posible que los bancos centrales tengan que dejar que la inflación descienda aún más lentamente para evitar que su propia política desencadene una crisis.

"Las tensiones financieras podrían generar tensiones entre los objetivos de estabilidad de precios y financiera de los bancos centrales", afirmó Gopinath. "Aunque los bancos centrales nunca deben perder de vista su compromiso con la estabilidad de precios, podrían tolerar un retorno algo más lento al objetivo de inflación para evitar tensiones sistémicas", agregó.

Aun así, por ahora, la política no es lo suficientemente restrictiva y los bancos centrales deben esperar presiones sobre los precios más persistentes que en la pasada década, que se caracterizó por un crecimiento anémico de los precios, afirmó Gopinath.

"La política monetaria debe seguir endureciéndose y mantenerse en territorio restrictivo hasta que la inflación subyacente siga una clara senda descendente", indicó.

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