Merkel recibirá a Hollande para analizar medidas contra crisis

Berlín.- La jefa del gobierno alemán, Angela Merkel, recibe este martes al nuevo presidente francés, Franóois Hollande, debilitada por la contundente derrota electoral que sufrió su partido el domingo en la mayor región del país y la oposición creciente a la austeridad que preconiza, en particular en Grecia, cada vez más cerca de abandonar el euro.

No se espera ninguna gran decisión de esta reunión, que se celebrará el martes por la tarde en Berlín, sólo unas horas después de que Hollande sea investido oficialmente como nuevo presidente de Francia.

Merkel ha reconocido que este primer encuentro servirá para "conocer" a Hollande, a quien se negó a recibir durante la campaña electoral francesa, en un gesto de apoyo al rival del socialista francés, el presidente saliente y líder conservador, Nicolas Sarkozy.

El principal punto de discordia entre ambos dirigentes es el pacto fiscal europeo, adoptado en marzo pasado por 25 de los 27 países miembros de la Unión Europea (UE) para hacer frente a la crisis de la deuda de la zona euro.

Antes de ser elegido, Hollande anunció su intención de reabrir las negociaciones sobre el tratado para incluir medidas en favor del crecimiento económico, algo a lo que hasta ahora Merkel se negó.

El sábado, Pierre Moscovici, director de la campaña de Hollande y cuyo nombre suena para ocupar un puesto de relevancia en el nuevo gobierno francés, se mostró confiado en el "compromiso" con Alemania.

Pero un día después, el portavoz del Partido Socialista, Benoit Hamon, echó leña al fuego al decir que Merkel debía "comprender" que no puede "decidir sola el futuro de Europa".

Pese a todo, el acuerdo podría estar más cerca de lo que se piensa. Este lunes, el ministro de Finanzas alemán, Wolfang Schauble, aseguraba que crecimiento y saneamiento presupuestario no son incompatibles.

Un crecimiento "fuerte y fundamentado en una base sólida" no es "en ningún caso contradictorio con el saneamiento presupuestario, durante mucho tiempo aplazado, que los gobiernos europeos persiguen ahora con tenacidad. Al contrario, se refuerzan mutuamente", dijo Schauble.

Hace falta, sin embargo, que Hollande y Merkel entiendan lo mismo por "crecimiento": para el presidente electo francés, el relanzamiento de la economía pasa sobre todo por la financiación de grandes proyectos, mientras que para la canciller exige reformas estructurales, especialmente en el mercado laboral, la educación y la reducción de la burocracia.

Presionados por la crisis política en Grecia, que amenaza con provocar la salida del euro del país, Merkel y Hollande están obligados a entenderse, según los expertos.

No sólo han aparecido voces desde diferentes puntos de la UE en contra de la política de austeridad marcada por Merkel. La oposición socialdemócrata (SPD) alemana reclama una inflexión en la política de la dirigente conservadora.

Internamente, Merkel llegará a esta reunión debilitada tras la debacle electoral de su Partido Cristiano-Demócrata (CDU) el domingo en las elecciones regionales de Renania del Norte-Westfalia, el Estado más poblado de Alemania, con 18 millones de habitantes e industrialmente muy poderoso.

La canciller reconoció este lunes la "derrota dolorosa y amarga" en esas elecciones regionales, en las que el CDU registró su peor resultado de la historia (26,3% de los votos), lo cual permitirá que siga gobernando la coalición formada por socialdemócratas (39.1% de los sufragios) y Verdes (11.3%).

Merkel necesita el apoyo del SPD y los Verdes para ratificar en el Parlamento alemán, por dos tercios de los diputados, el pacto presupuestario europeo.

Pese a todo, la canciller alemana reiteró este lunes que esta situación no va a afectar a su política europea.

Los politólogos alemanes coincidieron en destacar la clara derrota de Merkel y subrayaron que la situación es ahora diferente y más difícil para la canciller, "pero ella sale a menudo engrandecida de las situaciones delicadas", recordó Gero Neugebauer, investigador en la Universidad Libre de Berlín.

Merkel, además, sigue gozando de una gran popularidad en su país, y en los sondeos para las legislativas de 2013, el CDU sigue muy por delante del SPD en intención de voto.

RDS