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Economía

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“Poco margen para aplicar estímulos fiscales, pero se necesitan ante Covid-19”

Entre las opciones está utilizar más recursos del FEIP o bien aplicar más recortes al gasto, dicen expertos.

El gobierno de Andrés Manuel López Obrador tiene poco margen para aplicar estímulos fiscales para hacer frente a la crisis que se vive; sin embargo, éstos son necesarios para evitar que la población se vea altamente afectada, refirieron analistas.

La situación sanitaria por la que está atravesando el país y el mundo debería orillar al gobierno federal a implementar una política fiscal más expansiva en la que se amplíen los estímulos fiscales y se reoriente el gasto público a proyectos de inversión de corto plazo con el fin de mitigar el impacto económico que genera el coronavirus, coincidieron especialistas.

“La situación económica va a estar complicada y sí va a requerir que se den apoyos. El problema es que el espacio fiscal es reducido, no hay mucho margen de maniobra, la recaudación es baja. No recaudamos al mismo nivel que otros países”, refirió Andrés García, investigador del Centro de Investigación Económica y Presupuestaria.

En este sentido, Gabriela Siller, directora de Análisis Económico de Banco Base, refirió que se necesitan aplicar medidas contracíclicas y una política fiscal expansiva que, de alguna manera, detengan la caída del PIB y dejen las bases para una rápida recuperación.

“Lo que se ha hecho en otros países, por ejemplo, es aplazar el pago de impuestos e imponer un tipo de tasa cero. Aquí, yo creo que eso se podría implementar en las industrias del turismo, entretenimiento, restaurantes y manufactura de exportación, que son las que se espera se vean más afectadas”, explicó.

Por otra parte, sugirió que se pueda redireccionar el gasto a otro tipo de infraestructura como hospitales o carreteras que generan rápidamente empleos y que propician un efecto multiplicador sobre la economía.

En días pasados, la Iniciativa Privada y el gremio de contadores propusieron una serie de estímulos fiscales ante la situación económica actual, donde la economía no sólo se ha visto golpeada por el Covid-19 sino también por la caída de los precios del petróleo.

Entre los estímulos propuestos está ampliar el plazo para la declaración anual 2019, deducibilidad a 100% de las prestaciones sociales a los trabajadores, permitir la deducibilidad a 100% de intereses de créditos a la inversión en expansión de la capacidad instalada, suspender temporalmente pagos provisionales del ISR, acelerar las devoluciones de impuestos, suspender de manera temporal los actos de fiscalización.

No obstante, López Obrador descartó reducir impuestos y aplicar estímulos. “Reducción de impuestos no, pero sí garantizar que no va a haber aumentos de nada de impuestos. Eso sí, mantener la misma política fiscal”.

Pérdida de empleos

Gabriela Siller explicó si bien Banco Base prevé una contracción de 3% para este año, han analizado un escenario más negativo en donde la economía decreciera a una tasa de 5% anual, lo cual afectaría gravemente al empleo.

En este sentido, refirió que en un escenario menos pesimista, en donde la economía registre una tasa negativa de 1%, se perderían alrededor de 25,000 empleos mientras que si la actividad económica se contrae 5%, la cifra ascendería a 170,000 plazas de trabajo perdidas.

En el 2009, ante la crisis del H1N1 y la financiera mundial, la economía mexicana sufrió una contracción de 5 por ciento.

Urge reforma fiscal

El limitado espacio con el cual cuenta el gobierno y la necesidad de destinar mayores recursos al sector de la salud ponen en la mira, una vez más, la urgencia de implementar una reforma fiscal.

“La reforma fiscal es súper urgente desde hace ya varios años. Ahora, con lo que pasa, el gobierno podría necesitar más recursos para atender la situación. No es el momento más adecuado para subir impuestos, pero hacia un futuro sí se deben incrementar los ingresos federales para poder enfrentar este tipo de emergencias”, refirió Adrián García.

De acuerdo con el Presupuesto de Egresos de la Federación de este año, el gobierno destinará un total de 18,150 millones de pesos a los programas de prevención y promoción de la salud, lo cual equivale a 2.8% del presupuesto total destinado a la salud.

Acciones más contundentes

Reconocen el esfuerzo que se está haciendo desde la política monetaria a cargo del Banco de México que redujo su tasa de interés en 50 puntos base para ubicarla en 6.5%; sin embargo, consideran que, si el país entra en la fase 2 de contingencia, sí se deberían tomar acciones más contundentes, incluso, no se debería descartar un nivel razonable de endeudamiento como porcentaje del Producto Interno Bruto (PIB).

“Sabemos que el margen de maniobra de Hacienda es limitado, pero lo ideal es que, en cuanto entremos a fase 2 y se empiece a sentir más el impacto económico se establezcan medidas contracíclicas por parte del gobierno federal”, expuso James Salazar, subdirector de Análisis Económico de CIBanco, quien prevé que la economía mexicana cierre el 2020 en un rango entre 0.7 y -2 por ciento.

Si bien ve positivo que la SHCP se apoye en la banca de desarrollo para otorgar créditos a los sectores que se vean más afectados, también sería conveniente aplicar ciertas exenciones fiscales que ayude a las empresas a mantener ciertos niveles de liquidez.

“La intención que debe de haber por parte de la política fiscal es que contribuya a la liquidez de las empresas, lo que más las va a presionar en este momento es cumplir con pagos y con vencimientos de cualquier índole, sobre todo de las empresas que están más endeudadas en dólares”, destacó el especialista de CIBanco.

Para Alejandro Saldaña, economista en jefe de Bx+, el gobierno no aplicará estímulos fiscales ante el poco margen de maniobra que tiene sobre las finanzas públicas. Considera que la opción será utilizar más recursos del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios (FEIP) o bien aplicar recortes al gasto.

“No estamos esperando grandes estímulos ni grandes medidas por parte del gobierno, lo que puede pasar es que relajen parte de sus metas fiscales, como el superávit porque difícilmente se cumplirá, y quizá se tendría una especie de apoyos a través de la banca de desarrollo para que haya financiamiento de la banca y a los distintos sectores económicos”.

Saldaña admitió que va a ser fundamental que las empresas tengan financiamiento. “Con las condiciones actuales que la SHCP, vemos muy difícil que pueda dar estímulos significativos y es por eso que creemos que la recuperación será más lenta de lo que vemos en otros países que tienen mayor margen fiscal”.

Los especialistas concluyen que no es fácil la situación que enfrenta el país en materia económica, pero se debe priorizar el bienestar de los mexicanos a través de asegurarles un ingreso, el cual sólo obtendrán si las empresas no hacen recortes en sus plantillas.

valores@eleconomista.mx

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