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México sigue calificado para conservar Línea de Crédito en el FMI
Políticas de la autoridad han seguido prudentes y recomendaron acompañarlas de reformas tributarias; se necesita una consolidación fiscal con medidas creíbles.
México sigue cumpliendo los estándares de calificación que le permiten acceso a la Línea de Crédito Flexible por 35,000 millones de dólares, informó el Directorio Ejecutivo del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Esto significa que el país tiene abierta la línea crédito en el FMI, disponible en su totalidad o en parcialidades para cuando decida utilizarla y sin tener que cumplir condicionalidad alguna.
Al divulgar los resultados de la Consulta a México conforme el Artículo IV y la revisión al acuerdo de la LCF, el FMI refirió que “las autoridades acordaron que esta cobertura, combinada con un nivel adecuado de reservas internacionales proporcionara una capa adicional de seguro para la economía contra eventos globales severos.”
Los expertos del Fondo subrayaron que “las autoridades tienen la intención de seguir considerando el acuerdo como un apoyo preventivo y continuarán con su estrategia de salida condicionada por el Estado”.
Este monto es inferior a los 50,000 millones de dólares que tenía el país de cobertura en el acuerdo anterior, vigente de noviembre de 2021 hasta el aprobado en noviembre de 2023 y que hoy acreditó la revisión anual a la que está sujeto el país.
La LCF es un instrumento diseñado en el FMI para la prevención de crisis, que ofrece la disponibilidad inmediata en dólares para la economía. Una especie de seguro al que solo han tenido acceso los países cumplen con políticas macroeconómicas robustas, como son México, Polonia, Chile, Colombia y Perú.
En el comunicado de la revisión aprobada, enfatizaron que “México continúa cumpliendo con todos los criterios de calificación de la Línea de Crédito Flexible.”.
Los criterios que garantizan el acceso a la facilidad, que permitieron a México conseguirla en 2009, año de la Gran Recesión y renovarla en 10 ocasiones son: Finanzas públicas sanas y deuda pública sostenibles; inflación baja y estable bajo un marco sólido de política monetaria y cambiaria; condiciones favorables para el acceso al fondeo externo para el gobierno federal; una posición adecuada de reservas internacionales y un sistema financiero robusto y solvente acompañado de una supervisión efectiva.
Si bien reconocen que “las políticas de las autoridades han seguido siendo prudentes, recomendaron mantener estos esfuerzos y acompañarlos de reformas tributarias para lograr una mejora sostenida de la situación fiscal y financiar las inversiones necesarias en infraestructura, salud y asistencia social”.
Agregaron que se necesita una consolidación fiscal anticipada, respaldada por medidas creíbles y bien identificadas para reducir la deuda pública con el tiempo y abrirse un margen de maniobra para responder en caso de que se presenten choques negativos.