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tipos de elasticidad de la demanda

La elasticidad precio de la demanda es una medida de sensibilidad de la cantidad que se demanda de un bien o servicio respecto a la variación en su precio.

Tipos de elasticidad de la demanda.

La elasticidad de la demanda, es un concepto en economía que suena algo sofisticado, pero que en realidad es una forma de expresar, cuánto cambia una variable por el cambio en otra, desde luego cuando éstas dos variables se encuentran relacionadas. La comparación más frecuente es la que se hace entre la cantidad de un bien y su precio.

La elasticidad precio de la demanda es una medida de sensibilidad de la cantidad que se demanda de un bien o servicio respecto a la variación en su precio. Explicado en términos más sencillos, es qué cantidad de un producto deciden consumir las personas ante un aumento o reducción en su precio. Hay que admitir que el consumo de bienes y servicios depende de muchas variables. Sin embargo, el precio es, en general, el elemento más importante que afecta las decisiones de los consumidores.

La elasticidad precio de la demanda depende de las características específicas de cada mercado, como el tipo de bien o servicio: ¿Es esencial? ¿Es fácilmente sustituible? ¿Cuál es la importancia de este bien o servicio respecto a otros considerados en el presupuesto familiar?

La elasticidad precio de la demanda es un concepto que se piensa a partir del consumidor y sus características. Por lo tanto no se consideran otros elementos que ayudan a la determinación del precio de un bien o servicio, como la concentración del mercado (la cantidad de empresas que participan en él) o las opciones que tiene los consumidores para comprar en pocos o muchos sitios. Otras características que pueden incidir son la escasez del producto, la capacidad de las empresas o personas proveedoras de almacenar el bien (inventarios) y satisfacer una mayor demanda con mayor rapidez, entre otras características.

Elasticidad de la oferta y demanda

Veamos un ejemplo:

De manera cotidiana las familias mexicanas compran tortillas, estas son la base de la alimentación del grueso de los hogares del país. Sí el precio de las tortillas pasa de 13.50 a 14.00 pesos por kilogramo, es probable que, por su enorme importancia, la demanda de estas se mantenga constante. Sin embargo, sí de un día a otro el precio subiera 2 pesos por kilogramo, tal vez las familias comiencen a considerar consumir en cambio productos derivados de otros granos: el bien sustituto más evidente sería el pan.

De esta forma los consumidores reaccionan al cambio en el precio de un bien o servicio, manteniendo su consumo, sustituyendo gradualmente por otro bien similar o dejando de consumirlo, mientras el precio sea desproporcionado para su presupuesto o en comparación con otro bien similar, lo que a partir de decisiones individuales afecta el volumen agregado de la demanda. La facilidad de sustituir un bien por otro o dejar de consumirlo en absoluto podría expresarse como el elemento que condiciona la elasticidad precio de la demanda.

Otro ejemplo es el caso de la demanda de aguacate en Estados Unidos. Se trata de un fruto que tiene condicionantes estacionales muy definidas —como su consumo en ciertas festividades y eventos mediáticos—, suele tener dos periodos relevantes de cosecha al año. Sin embargo, México aporta tres cuartas partes de la oferta y el producto puede importarse en menos de dos días, además se conservan inventarios refrigerados y/o procesados.

En la gráfica podemos observar como un aumento en el precio al menudeo del aguacate tiene un efecto inmediato en el consumo del fruto. Por ejemplo: entre el 3 y el 10 de enero de 2016 el precio promedio del aguacate se elevó, al pasar de 1.9 a 2.1 dólares por kilogramo, mientras que la demanda total pasó de 17.3 a 16,000 toneladas. En otras palabras, un aumento del 8% en el precio promedio del aguacate coincide con una reducción de 8% en las ventas minoristas del fruto.

Este mismo comportamiento se replica a lo largo del periodo analizado, manifestándose aumentos importantes en el precio en periodos de escasez. Así, el promedio de todo el periodo arroja que cada que el precio sube o baja en una unidad, el consumo disminuye en una proporción similar.

Este cambio es la elasticidad: una medida de sensibilidad del consumo de un bien respecto al cambio en su precio.

luis.caballero@eleconomista.mx

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