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El Empresario

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De colillas de cigarro a papel

La empresa Ecofilter se encarga de recolectarlas para convertirlas en pulpa de celulosa, material que se utiliza principalmente para la elaboración de papel y que se obtiene de la madera.

El cigarro es uno de los principales problemas de enfermedades respiratorias y cáncer; también representa uno de los mayores contaminantes en el planeta, tanto por el humo que contiene cientos de componentes dañinos como por el desperdicio de las colillas, que usualmente terminan en las calles. Tan sólo en un día, se tiran 5,000 en el país y al año 6 billones en todo el planeta.

Esto preocupó a Leopoldo ­Benítez y Paola Garro, quienes en búsqueda de una solución crearon Ecofilter, empresa dedicada a reciclar las colillas de cigarro convirtiéndolas en papel, cartón y aislante acústico, todo gracias a un sistema que Leopoldo diseñó.

“Bajo un proceso biotecnológico, la misma naturaleza nos ayuda a degradar las colillas 20% y desintoxicarlas 100%, lo que nos permite generar pulpa de celulosa, (material comúnmente utilizado para hacer papel)”, explicó en entrevista con El Empresario.

Detalló que el mayor problema de las colillas es el tiempo de degradación que es de cinco a 10 años, una amenaza latente para el medio ambiente, sobre todo para el agua, ya que una contamina 50 litros de líquido. Es un enemigo silencioso, porque las personas lo minimizan y no lo ven.

Leopoldo indicó que, además, se pueden reducir los costos de la creación de papel hasta una cuarta parte, porque es producto nacional.

En este sentido, Paola dijo que el papel y otros materiales suelen ser más costosos porque en México no hay pulpa de celulosa, sino que debe importarse de Estados Unidos.

El éxito de Ecofilter ha sido tal que el sistema se replica en Colombia bajó el nombre de Mi ­Colilla, destacó Leopoldo.

La historia

El proyecto que hoy ya es una realidad, comenzó en 2012 con la tesis de Leopoldo quien es biólogo, así como la colaboración de cuatro socios.

Sin embargo, cuando trataron de presentar el proyecto, se enfrentaron a negativas porque “nadie nos hacía caso, nos dijeron que nos lleváramos el proyecto a otro lado porque todavía no era para México, que no iba a servir. Aún no había conciencia ecológica”, dijo Paola.

Ante el panorama desalentador, el equipo se separó, pero hace año y medio, Leopoldo y Paola retomaron la idea, obteniendo mejores resultados, ya que como considera la joven de 26 años, ya se está poniendo énfasis en las cosas verdes y el daño que causa al planeta.

“Creemos que no era nuestro momento”, confesó.

Por su idea, los jóvenes egresados de la UNITEC, han sido galardonados en diversas ocasiones: un premio de su universidad, Danesa 33 donde recibieron capacitaciones para hacer crecer su propuesta y como una de las 40 empresas sustentables a nivel nacional definidas por Cleantech Challenge México en conjunto con GreenMomentum.

Asimismo, recientemente fueron elegidos entre los cinco ganadores del Premio a la innovación tecnológica para el desarrollo social de la UNITEC, donde recibieron 100,000 pesos. También están en espera de los resultados de una convocatoria del Instituto Nacional del Emprendedor.

Los retos

El tiempo para obtener la celulosa es de 15 días y el costo del proceso es de 200 pesos, el cual se lleva a cabo en la casa de Leopoldo en Tlalnepantla, Estado de México. Aún no se ha podido explotar más por falta de recursos económicos.

Otro reto importante es la recolección de colillas, ya que actualmente tienen pocos contenedores en la ciudad y colectas.

Su plan es aumentarlos en instituciones, comercios y empresas en la zona centro y sur de la Ciudad de México.

Coeditora El Empresario. Periodista especializada en temas de emprendimiento, management, cultura laboral, capitalismo consciente, liderazgo, economía circular y sustentabilidad.

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