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¿Qué debe saber la pyme del cambio de factura del SAT?
A partir del 1 de julio entra en vigor la nueva versión digital de facturas electrónicas. La modificación elimina la necesidad de poner la dirección y el nombre, sólo se requiere el RFC para hacerla válida.
A partir del 1 de julio entra en vigor la nueva versión digital de facturas electrónicas. La modificación elimina la necesidad de poner la dirección y el nombre, sólo se requiere el RFC para hacerla válida.
El Servicio de Administración Tributaria (SAT) recibió al cierre de 2016 cerca del 4.5% de facturas con errores, como RFC incorrectos, montos más altos que los establecidos por el contribuyente y métodos de pagos no validados. A fin de resolver estos problemas, a partir del 1 de julio entra en vigor la nueva versión digital de facturas electrónicas.
“Es una de las versiones que más cambios trae, en la forma en que está hecho el archivo y la información. Con estos cambios el SAT busca hacerse de una mejor calidad de información reportada”, mencionó Marco Antonio Erosa, CEO de Facturador.com
Entre las modificación que se agrega a la nueva versión 3.3 (la actual es la 3.2) son 17 catálogos para la descripción detallada de compra y venta de 60,000 artículos, productos y servicios que en la historia del SAT se ha visto que se repiten.
Anteriormente estos campos eran abiertos y los contribuyentes podían ingresar cualquier cosa, ahora se restringen al catalogar la información.
"Será obligatorio que todas las empresas utilicen ese catálogo para hacer referencia a los productos que venden, por ejemplo, si soy una mueblería, en el catálogo del SAT aparecerá un artículo que se llame silla, librero o sillón y tendrán que registrar sus productos”, precisó Marco Erosa.
Está modificación impactará en los contribuyentes que tengan cientos o miles de artículos en sus catálogos porque les llevará tiempo hacer las adecuaciones.
El especialista recomendó comenzar a leer detalladamente los términos de los catálogos, que ya están públicos y crear una estrategia para hacer la transición lo mejor posible.
Marco Erosa explicó que en la nueva versión se elimina la necesidad de poner la dirección y el nombre, “con el puro RFC será posible generar una factura y hacerla valida, lo demás será innecesario”.
El modelo viene con un complemento de pago, es decir, ya no será necesario efectuar diferentes Comprobantes Fiscales Digitales por Internet (CFDI) cuando se recibe un presupuesto en partes, ahora es posible crear diferentes CFDI que se relacionen con la factura original, la cual tendrá tres o cuatro elementos que justificarán el monto recibido”.
Cancelación de la factura
El SAT también se dio cuenta que existían irregularidades cuando el contribuyente declaraba facturas que la empresa había dado de baja, por ello se creó una modalidad donde las compañías requieren informar a las personas de la cancelación.
“Si la facturas es de más de 5,000 pesos, el proveedor está obligado a informarle al cliente. Si en las próximas dos horas este no se inconforma, entonces se cancela”. Detalló Marco Erosa.
También había irregularidades en los montos establecidos por los contribuyentes por ejemplo, “El SAT recibía facturas por 2,000 millones de pesos y en realidad eran errores del sistema que generaba ceros de más o una coma, cuando en realidad el era por 200,000 o 20,000 de pesos”.
Si el monto pasa de los 20 millones tendrá que haber un proceso de
verificación donde se pida al contribuyente verificar si realmente quiere hacer esa factura. El cliente tendrá la oportunidad de aclarar el monto o autorizarla.
No hay vulnerabilidad del sistema
Ante el ataque cibernético que diversas compañías internacionales sufrieron el pasado mes de mayo, la población se percató que cualquiera está expuesto a esta problemática que es una de las grandes debilidades de los sistemas tecnológicos.
Durante el ataque WannaCryp, el SAT y sus proveedores certificados no reportaron irregularidades, ello se debe, detalló Marco Erosa, a que “actualizamos los sistemas constantemente y las vulnerabilidades que se usan son en sistemas viejos y no actualizados.
“El SAT nos exige y revisa que contemos con tecnología de seguridad y que estemos certificados en metodologías internacionales que acrediten un proceso seguro”.
Además, los proveedores deben contar con una infraestructura de centros de datos fuerte- similares a la militar- para que la información esté resguardada.