Ser un unicornio está bien, pero no es para todos. Emprendedores deben concentrarse en rentabilidad

Durante el 2021 diversas startups mexicanas se convirtieron en unicornios, aquellas que alcanzan una valoración de más de 1,000 millones de dólares y no tienen presencia en la Bolsa de Valores. Aunque ser considerado unicornio es el sueño de muchos emprendedores, lo cierto es que son pocos los negocios que lo logran.

Juan Martín Vignart, country manager de Tiendanube en México señala que “la realidad es que no todas las empresas están en el mercado para convertirse en unicornio y de las que están en el mercado no todas lo logran, porque son mercados muy competitivos y porque hay cuestiones cambiantes como el acceso a capital”.

Además, la mayoría de las empresas en México son micro, pequeñas y medianas (mipymes), que no buscan grandes inversiones como las startups, por ello no deben enfocarse en la inversión sino en ser rentables.

“Las pymes tienen que enfocar en la rentabilidad, en ¿cómo le hago para hacer rentable mi negocio lo más rápido posible?, y no solo en el crecimiento”, destaca Alejandra Ríos Spinola, CEO de Ambrosía y jurado de Shark Tank México.

En ello coincide Juan Martín, y precisa en la necesidad de las pymes y startups de centrarse en el cliente, conocer sus necesidades y dolores, “el resto va a llegar, si uno ofrece las soluciones en el mercado eventualmente el negocio va a crecer, pero si uno está pensando en evaluación e inversiones, va a perder el foco y quedarse en nomenclaturas que son muy vanidosas pero que al final del día no significa nada”.

Ser unicornio no debe ser el objetivo

Tiendanube se convirtió en unicornio en agosto del 2021, después de recibir una inversión de 500 millones de dólares y aunque el nombramiento es un reconocimiento en el mercado que le ha ayudado a posicionarse en el mercado y ganar la confianza del consumidor, Juan Martín dice que ese no fue el objetivo de la compañía, sino ayudar a los emprendedores a emprender.

“Hoy estamos catalogados como unicornio, pero durante 10 años no lo fuimos. No somos una empresa que nació y automáticamente a los 12 meses nos convertimos en unicornio; somos una empresa que se viene construyendo año a año, mes a mes, semana a semana y estamos tratando de mejorar lo que estamos haciendo”.

Destaca que hoy en día convertirse en unicornio es mucho más complicado que hace un par algunos meses, pues la crisis económica a nivel mundial ha detenido el flujo de capital de inversión y ahora son más pensadas.

“Hay que ser conscientes de que el capital va a ser más pensado y las empresas van a tener que hacer la inversión de capital de forma inteligente y de no mostrar la rentabilidad en el mercado, después va a ser más difícil conseguir capital”, finaliza Juan Martín.