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Trabajo de cuidados lleva a las mujeres a emprender en la informalidad: Asem
La informalidad limita la capacidad de crecimiento de los negocios y genera que las empresas creadas por mujeres sean micro.
Las mujeres que emprenden suelen hacerlo en la informalidad y desde casa, lo cual complica el crecimiento de las empresas fundadas por ellas, así lo da a conocer la Asociación de Emprendedores de México (Asem).
La informalidad en el emprendimiento femenino, de acuerdo con José Ernesto Amorós, decano asociado de la Facultad de EGADE Business School, es estructural, debido a que ellas dividen su tiempo en el negocio y el cuidado de la familia y el hogar, además, tienen menor acceso a financiamiento.
“Es un tema de tiempo, acceso a recurso y tipo de negocio. Si una mujer tiene que cuidar a la familia, no tiene capital o el marido y la familia no le va a invertir porque: ‘es tu jueguito y entretente’, esa mentalidad de que no es un trabajo, entonces la mujer no va a poder rápidamente formalizarse”, precisó Amorós.
De acuerdo con la Radiografía del emprendimiento en México 2023, edición mujeres de la Asem, el 22% de las empresas fundadas exclusivamente por mujeres no tiene una figura legal, es decir viven en la informalidad y 46% emprende desde casa, mientras que sólo 25% de los emprendedores hombres gestiona la compañía desde su hogar.
No hay que ser expertos para saber por qué venden desde casa. Esto nos habla de la cultura del cuidado, en donde si a la mujer se le ocurre hacer algo, como un proyecto productivo, pues a ver si lo puede hacer desde casa y combinar las actividades del cuidado del hogar, de los hijos, de los ancianos, de los enfermos, con tratar de sacar su proyecto adelante”, detalló Juana Ramírez, presidenta del Consejo Directivo de la Asem.
Esta informalidad limita la capacidad de crecimiento y genera que el 79% de los negocios creados por mujeres sean micro empresas y solo 15 % mediana o grande.
“La informalidad tiene muchas externalidades negativas, si no incorporas a la gente a la seguridad social, si no pagas impuestos, si no generas empleo, este tipo de negocios suelen quedarse muy pequeños”, comentó Amorós.
Motivos de fracaso
El estudio, realizado en colaboración con el Tecnológico de Monterrey y con el apoyo de EY y la Fundación Friedrich Naumann, resalta que el principal motivo de fracaso de las emprendedoras es la falta de conocimiento del mercado, así lo dice 32.7% de las mujeres, seguido de la falta de liquidez (28.9%) y una mala administración del negocio (26.1%)
Sin embargo, en las mujeres resalta un punto que no se ve en los hombres, que es la falta de disponibilidad de tiempo (25.1%). Además, tres de cada 10 emprendedoras han tenido un negocio que fracasó.
¿Cómo son las mujeres emprendedoras?
En México, tres de cada 10 empresas son fundadas por mujeres y suelen emprender en solitario, además cuentan con más prácticas de impacto social y en promedio tienen 34 años.
El principal motivo para emprender es buscar crecimiento personal y profesional, así lo dice el 25.4% de las emprendedoras y 21.8% ante la falta de trabajo y la necesidad de generar ingresos .
Además, mientas que para los hombres la empresa es la principal fuente de ingresos (64%) sólo para el 54% de las emprendedoras representa lo mismo, mientras que para el 27.6% es la segunda fuente de ingresos y para el 17.5% un ingreso extra.
En cuento a los sectores en los que emprenden, los preferidos son comercio al por menor (18%), consultoría y servicios profesionales (18%) y alimentos y bebidas (13%), mientras que los que tienen menos mujeres emprendedoras son informática y tecnología (1.6%), agro-ganadero (1.4%) y servicios financieros (1.1%).
Facturan menos, pero alcanzan la rentabilidad más rápido
En promedio, las emprendedoras facturan menos que los hombres, debido a que el 70% genera ingresos anuales menores a 1 millón de pesos, y existen cuatro veces más empresas fundadas por hombres con ingresos anuales mayores a 50 millones de pesos.
Sin embargo, los negocios de ellas alcanzan la rentabilidad más rápido, en 10.8 meses, lo cual es 50% más rápido que el promedio general que es de 21.6 meses.