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Un líder desmotivado puede afectar a su equipo
La falta de ánimos y propósitos da como resultado la falta de confianza en los demás y el aislamiento dentro de la organización.
No puede haber felicidad sin antes pasar por situaciones incómodas o complicadas, por ello la motivación es clave para salir adelante, y en el caso de los líderes es un trabajo que en ocasiones resulta complicado.
Para entender la motivación, David Pons, consultor en liderazgo explica que es “una fuerza interna que comienza y sostiene el movimiento, algo que te lleva a la acción”.
Por ende, cuando existe la motivación, el líder transmite confianza y es capaz de dirigir a sus equipos, pero en el caso contrario, esto tiene consecuencias que afectan su entorno y a quienes lo rodean.
En parte, estar desmotivado se puede ver como una oportunidad para buscar la inspiración y cuestionar los propósitos.
En tanto, un líder que no se siente motivado es capaz de transmitirlo desde el lenguaje verbal, físico y vibracional. Alejandra Costa, psicóloga y coach de alto rendimiento explica que los ánimos de una persona se pueden percibir desde la interacción.
“Si yo te digo vamos, ponte la camiseta, pero internamente yo estoy decepcionada o pensando en salirme o estresada, lo que te voy a transmitir es una disonancia porque hay algo en mí que no me vas a creer”.
David Pons menciona que en el cerebro existen dos sistemas motivacionales que permiten regular el comportamiento:
- Sistema inhibidor de comportamiento (SIC): Permite alejarnos de las amenazas.
- Sistema activado de comportamiento (SAC): Crea la motivación y es capaz de acercarnos a las recompensas.
En este contexto, si el líder no está en su mejor momento y no tiene ánimos, lo que va a provocar es que se active el SIC, lo que desencadena en “evitar las cosas que nos desangran en la organización. Por ejemplo, poner límites, anteponer nuestra dignidad y libertad pero también lo que hace es desarrollar eventos de estrés”, explica David Pons.
La desmotivación se contagia
Estar con altos niveles de estrés dificulta la capacidad para pensar de forma clara, concreta y objetiva. Si esto persiste, la persona que lidera un equipo puede perder su propósito y, con ello, la dificultad de dirigir a sus colaboradores.
A causa de la desmotivación, David Pons explica que el cuerpo se pone en modo de defensa.
“Si no está motivado se activa el SIC y no puede tomar buenas decisiones, no tiene bienestar, tiene dificultades para pensar y actuar de manera sana y constructiva”.
Por otra parte, la imagen del líder se ve afectada porque refleja confusión y tiende a cometer errores que, al mismo tiempo, ocasionan que se sienta más desmotivado, es decir, se convierte en un círculo vicioso.
A causa de esto, el equipo también se ve afectado porque al no tener una figura de motivación y quien los pueda guiar, a corto plazo también se sentirán de la misma manera.
Alejandra Costa afirma que los colaboradores comienzan a sentir frustración y la desvinculación tanto con el líder como con la organización.
“Si no me siento parte del equipo, no me siento motivada, me empiezo a perder también con un líder que no está motivado”.
¿Cómo salir de la desmotivación?
Una de las cualidades más importantes dentro del liderazgo es la responsabilidad, porque de acuerdo con Alejandra Costa, es la habilidad para responder, y cuando se trata de gestionar a los colaboradores es más delicado, porque de ahí depende su desarrollo profesional y personal.
Es por ello que la especialista recomienda calendarizar un pequeño tiempo dentro de la jornada laboral para reflexionar sobre el crecimiento profesional y personal en la empresa.
“El motivador número uno es que tú sientas esa unión con tu propósito y lo que estás haciendo en la empresa o lo que estás aprendiendo, esto sirve a tu propósito personal y laboral”, dice Alejandra Costa.
Aunque el líder no se sienta motivado todo el tiempo, también se recomienda escribir propósitos y metas en lugares visibles para revivir los ánimos.
“El poder liderar es de las vocaciones o de las actividades más nobles del ser humano porque te toca poder desarrollar y tocar la vida de otras personas”.
Por otra parte, la comunicación entre el líder y su equipo también tiene mayor peso para impulsar la motivación en la organización, y a pesar de ser una cuestión que se pueda tomar como debilidad, la realidad es que al mostrarse vulnerable se crean conexiones más íntimas, porque se empatiza con los demás.