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El Empresario

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Ya nació mi pyme ¿y ahora qué?

Recomendaciones práctica sobre qué hacer de los cero a los dos años para que tu Pyme sobreviva

En el mundo de los negocios hay mucha información regada por todo internet, también hay una oferta abundante de libros, revistas especializadas, cursos, universidades… En teoría, deberíamos sentirnos agradecidos por este hecho porque aparentemente ya tenemos todo lo que necesitamos para iniciar un negocio con éxito en el mercado.

El único detalle es que hay tres problemas, que muy pocos toman en cuenta, y que terminan siendo un gran obstáculo para cualquier pyme naciente:

1.- La información es muy variada y está muy fragmentada, y cuando tratamos de unirla nos da como resultado un manual “Frankenstein” con el que pretendemos iniciar nuestro negocio y que, en términos prácticos, se traduce a algo inservible.

2.- La información, mayoritariamente teórica, asume que ya tenemos un negocio iniciado o que es muy fácil u obvio empezar y abunda sobre el desarrollo de negocios con tamaño considerable. Pero nuestra pyme no nace grande, y como en el caso de los papás primerizos, para un gran porcentaje de los emprendedores que quieren iniciar un negocio es deseable que alguien los lleve de la mano y paso a paso en este nuevo mundo muy libre e independiente pero con gran responsabilidad y poco margen de errores.

3.- Todo está hecho para empresas consolidadas con varios años de operación en el mercado, por lo menos dos años, pero sobre todo, está dirigido a empresas grandes y transnacionales. Esto simplemente no aplica para las Pymes, son situaciones totalmente diferentes.

Es precisamente en este nicho donde en Yoshikai nos gusta mucho apoyar a las empresas nacientes. En este artículo, te ofrecemos las recomendaciones prácticas que harán que tu negocio sobreviva y no sea parte de la estadística de Pymes que fracasan.

Haz un plan de negocio

Lo ideal es que lo hagas antes de empezar a operar, pero si a estás operando puedes hacer lo siguiente:

Trabaja con presupuestos. Hay muchas fiestas que salen bien sin haberlas planeado, pero siempre salen mejor cuando se planean, por el simple hecho de que ya tienes previstos todos los posibles acontecimientos y los tienes cubiertos por anticipado. Los presupuestos cumplen esta función, pero sobre todo en el ramo de los gastos te permiten no sobrepasar tu capacidad de pago y en el rubro de los ingresos, tener objetivos de ventas.

Solo te pagas tu sueldo. Es importante dejar de ver al negocio como la caja chica o nuestra cuenta bancaria personal, el único ingreso que debes tener de tu negocio es un sueldo que te autoimpongas, ni más ni menos. Procura que sea modesto y razonable, suficiente para cubrir tus necesidades personales. ¿Qué haces con el dinero que sobra? Siempre reinvierte las ganancias en tu negocio, capitalízalo, no hagas lo contrario.

Sal a vender inmediatamente. Si nos preguntaras qué personas son las que suelen lograr cosas destacadas en la vida, te contestaríamos que las que se mueven, las que van en busca de lo que persiguen. Los que se quedan sentados esperando que las cosas ocurran, que los clientes lleguen, que la suerte los acompañe o que el Todopoderoso se haga cargo por ellos, simplemente no generarán ningún resultado provechoso.

Haz algo para que te conozcan. ¿Cómo te vamos a comprar si ni siquiera sabemos que existes? La publicidad es básica, la difusión hace que ocurra el primer paso, que la gente sepa que tienes algo que ofrecer. A pesar de su baja efectividad, los volantes son los medios más baratos y sí generan resultados (aunque también mucha basura). Los buenos vendedores saben dónde repartirlos para elevar su efectividad; pero ahora, gracias a internet y a las redes sociales, simplemente ya no hay excusas para permanecer en el anonimato.

Empieza con tus ahorros. Si pides prestado, evita los créditos bancarios que tienen tasas muy altas y apóyate en tu familia o en particulares (las tasas de interés son cero o mucho menores que en el mercado financiero).

Apóyate en los expertos. Busca a la gente con experiencia práctica en el ramo que quieres desarrollar. Asumir que podemos solos es positivo, pero pensar que no necesitamos a nadie o que ninguna persona nos puede ser de ayuda es una actitud de soberbia que perjudica a tu empresa y a la larga, a tu salud.

Empieza desde tu casa. Si tu empresa necesita imagen opta por las oficinas virtuales, no te embarques con rentas fijas muy altas que se coman rápidamente el capital de tu negocio.

Si haces lo anterior, podemos asegurarte que tu negocio sobrevivirá los primeros dos años de vida, el único secreto es la constancia: tienes que llevarlas todas a cabo en tu día a día, todos los días.

En los negocios, como en muchos otros aspectos de la vida, no hay varitas mágicas. Si quieres lograr resultados, tú tienes que hacer que las cosas sucedan.

El autor es director general de Incubadora de Empresas Yoshikai.

Teléfonos (55) 6276 5333 / 5680 340

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