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El Empresario

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El error no es malo, es una oportunidad para los líderes

Cometer una equivocación parece frustrante, causa presión, pero si el líder aprende a manejarlo, genera empatía y unión con su equipo.

Parte del estrés del líder se debe al fracaso laboralShutterstock

Al cometer errores se obtienen aprendizajes, lo cual es bueno en las organizaciones para impulsar el desarrollo; sin embargo, cuando un líder comete una equivocación, tiende a estresarse.

A nivel mundial, 58% de los colaboradores dice que el trabajo es la principal razón de sus problemas relacionados con la salud mental, de acuerdo con el estudio “Cómo crear una cultura de bienestar”, realizado por Qualtrics.

En el caso de los líderes, un error tiene mayor peso porque son quienes gestionan equipos, y tienen más responsabilidades, por ende, se sienten más presionados. “Existe un liderazgo que, de alguna manera, es autoritario y unilateral, que no está dispuesto a aceptar los errores”, comenta Sandra Alarcón, coach ejecutiva y de equipos.

Un líder autoritario difícilmente aceptará que cometió un error o buscará responsabilizar a un tercero, lo que impacta negativamente en los colaboradores. En México, 63% de los trabajadores señalan que el miedo al fracaso en el trabajo incrementa los niveles de ansiedad y afecta el rendimiento, según el Termómetro laboral, realizado por OCCMundial.

Pero este temor es causado por las condiciones laborales, en las que, si un líder no acepta que cometió un error, se encuentra en un estado de “ceguera”, y cierra las oportunidades de aprendizaje, colaboración y unión con el equipo.

El error ayuda a reconectar con los demás

De acuerdo con el estadio de Qualtrics, cuando las exigencias son constantes en los colaboradores, aumenta el presentismo, disminuye la confianza con los líderes, se genera aislamiento, disminuye la calidad del trabajo y aumentan los problemas físicos y emocionales, como el estrés y la fatiga.

Sandra Alarcón, explica que desde la pandemia, el liderazgo ha tenido un enfoque más humanizado, en el que equivocarse y aceptar el error ayuda a crear apertura con los demás, no solo en lo laboral, sino a nivel personal.

De manera que, si la organización se encuentra en un momento de desconfianza o el ambiente se encuentra tenso, el líder puede aprovechar la oportunidad para dar a entender que un error es humano y se puede aprender de ello.

Pero esto solo pasa cuando el líder acepta que cometió un error, y la manera en la que actúa influye en cómo va a responder el equipo. En este sentido, el primer paso ante un error es aceptarlo con humildad y no buscar culpables.

El siguiente punto pedir la opinión de los demás, pero con la intención de encontrar una solución.

La escucha debe ser multifuncional, porque hay líderes que no tienen esa sensibilidad o esa intuición de escuchar lo que sucede en sus colaboradores, con sus equipos, en el ambiente, o inclusive afuera y eso es algo que limita”, comenta Sandra Alarcón.

Asimismo, se recomienda dejar a un lado el ego y la visión individualista con el fin de quedar bien a costa de culpabilizar a los demás ante una situación en el que se haya cometido un error.

Mentoría dentro de la curva de aprendizaje

Durante la curva de aprendizaje de un nuevo integrante es cuando ocurren más errores; sin embargo, el papel del líder no es regañarlo, sino brindar acompañamiento genuino.

“Un líder debe poner primero su parte humana al frente y este acompañamiento que da a los colaboradores debe ser genuino y cuando digo genuino es honesto, transparente, viendo la parte humana, entendiendo que hay una curva de aprendizaje por parte del colaborador y ejerciendo también un rol de mentoría”, puntualiza Sandra Alarcón.

En este sentido, el error puede convertirse en parte del desarrollo del colaborador, siempre y cuando el líder utilice la empatía, así como la paciencia y el acompañamiento, sin llegar al micromanagement, un método en el que la vigilancia constante y el control limitan la autonomía y el aprendizaje.

Cabe mencionar que, para disminuir un error, las políticas internas deben ser flexibles, comunicar que un error es parte del aprendizaje y desarrollo, además de priorizar el bienestar de los colaboradores y con ello, obtener mejores resultados.

Periodista de la sección El Empresario. Especializada en temas de emprendimiento, pymes, management, cultura laboral y crecimiento empresarial.

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