Apertura energética implica cambio cultural

El mayor reto que enfrentará la Comisión Reguladora de Energía (CRE) será la formación de mercados que implican precios eficientes no siempre bajos en los energéticos del país, para lo que se requiere un cambio cultural en los bancos, inversionistas, generadores, constructores y consumidores, afirmó el recientemente nombrado presidente del regulador, Guillermo García Alcocer.

Eventualmente comenzarán a llegar las quejas, las críticas, los cuestionamientos. No nos gusta que suban los precios, no estamos acostumbrados a tener los costos eficientes que una industria en competencia ofrece , dijo García Alcocer a El Economista al integrarse a este organismo que estuvo sin presidente durante casi cinco meses.

El que fuera titular de la Unidad de Políticas de Exploración y Extracción de la Secretaría de Energía y parte del equipo que diseñó la reforma energética de apertura a la Inversión Privada en todos los ramos del sector, aseguró que el regulador del sistema circulatorio energético del país basará su operación en tres objetivos: que haya energéticos de calidad, en suficiente cantidad y a costos eficientes. Para ello, regulará con tarifas a los monopolios naturales, como la transmisión de electricidad y los ductos de transporte de hidrocarburos de todo el país, y emitirá permisos para los participantes de la generación y comercialización de electricidad, así como el almacenamiento, transporte ajeno a ductos, distribución y comercialización de hidrocarburos en el país.

Pemex y CFE: nuevo entorno

En el nuevo entorno de competencia, las condiciones harán que no sea posible ni deseable que las inversiones sean apalancadas a través de las grandes empresas del Estado, como estábamos acostumbrados a verlo , dijo. Por tanto, espera que lleguen inversiones en infraestructura que no serán muy notorias en el 2016 apalancadas por la demanda efectiva de energéticos en el país.

En tanto, García Alcocer considera que la presencia de Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), y la necesidad de que se fortalezcan financieramente, se debe a la fuerza que tienen en términos de infraestructura, que no se puede remplazar inmediatamente, y que hará que mediante accesos abiertos, administrados en términos tarifarios por la propia CRE, opere de la mejor manera posible el mercado y se obtenga rentabilidad para las estatales y por tanto para el país.

Autonomía del regulador

Con el nombramiento de García Alcocer, que se dio en calidad de urgente con el de otros ocho funcionarios de alto nivel en el sector energético prácticamente el último día de sesiones del Senado, puesto que el Ejecutivo había postergado el envío de ternas, la CRE cuenta finalmente con su equipo completo compuesto por 350 personas (2.6 veces más que las que laboraban en el organismo antes de los cambios legales), además de un órgano de gobierno compuesto por siete comisionados y la posibilidad de ampliar sus capacidades tecnológicas.

García Alcocer detalló que desde finales del año pasado se creó un fideicomiso administrado por la Secretaría de Energía que a partir de este año define cuáles son los recursos que se reinyectan a la CRE para su operación y cuáles se van a la Tesorería. De enero a octubre del año pasado, la CRE obtuvo ingresos por poco más de 724 millones de pesos adicionales por estos cobros, lo cual equivale a 1.8 veces el presupuesto federal del regulador.

El presupuesto se utiliza casi en su totalidad para pagar la plantilla. Pero se han hecho inversiones importantes en tecnología y plataformas para dar servicio a los regulados , explicó.

Un ejemplo de estas innovaciones fue la plataforma remota para la entrega en menos de tres meses de poco más de 13,000 permisos para expendio de gasolina al público el año pasado; otra aplicación, adelantó, será un programa transaccional que permitirá cruzar las compras y ventas de hidrocarburos, para tener una imagen del comportamiento del mercado y poder llevar a cabo correcciones regulatorias.

Guillermo García Alcocer, nuevo titular de la CRE

La nueva cabeza del regulador energético para el midstream y downstream de hidrocarburos y toda la cadena de la industria eléctrica fue desde junio del 2014 jefe de la Unidad de Políticas de Exploración y Extracción de Hidrocarburos en la Secretaría de Energía, donde dirigió al grupo técnico que redactó la reforma energética del sector hidrocarburos.

Previamente fue director general de Desarrollo Industrial de Hidrocarburos en la misma secretaría, donde dirigió el diseño y aprobación de asociaciones de empresas de refinación, petroquímica y logística, así como proyectos de comercialización de petróleo; estuvo a cargo del programa de desarrollo de ductos, ahora en implementación, y del proyecto Etileno XXI, que arrancó operaciones el mes pasado.

A partir del 2012 fue miembro de los consejos de Pemex Exploración y Producción y de la Compañía Mexicana de Exploraciones (Comesa). También fue encargado del despacho de la Subsecretaría de Hidrocarburos durante el cambio de gobierno en el 2012.

En el 2007 fue nombrado coordinador de asesores de dicho organismo de la Sener, donde realizó los estudios de soporte para la reforma energética del 2008.

Es egresado de la Licenciatura en Economía por el Instituto Tecnológico Autónomo de México. Antes de integrarse al sector energético, formó parte de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro y de la Unidad de Política de Ingresos de la Secretaría de Hacienda.

A marzo crece 26%

Alza en permisos de generación eléctrica

Entre marzo del 2015 y del 2016 aumentó en 26% el número de permisos vigentes para generación de energía eléctrica en el país, lo que implica 278 permisos adicionales que la Comisión Reguladora de Energía (CRE) ha otorgado a las empresas que demuestran su interés por participar en esta actividad en México.

De acuerdo con el regulador del midstream y downstream en hidrocarburos y de toda la cadena de generación eléctrica, al mes de marzo de este año se contó con 1,336 permisos vigentes para generadores de energía, ya sea en operación o por iniciar sus proyectos en todas las modalidades legales para hacerlo, ya sean legados de los esquemas anteriores como autoabasto, pequeña producción, cogeneración, usos propios continuos, exportación e importación, además de producción independiente para uso de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), por supuesto, los del nuevo modelo de la Ley de la Industria Eléctrica, para vender directamente en los mercados mayorista y en las subastas eléctricas.

Según los indicadores históricos de la CRE, este volumen de permisos se ha incrementado en 65%, del 2013 a la fecha. Los permisos que nos solicitan y entregamos todos los días son una clara muestra de que hay interés por parte de los inversionistas de participar en este negocio , dijo a El Economista el comisionado presidente de la CRE, Guillermo García Alcocer.

kgarcia@eleconomista.com.mx