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Boletos de autobús, caros por poca competencia: Cofece
SCT mantiene barreras regulatorias para entrar al mercado, pero también se observa poco ánimo por competir, dice la titular del órgano regulador.
Cada año, en México, viajan alrededor de 3,700 millones de pasajeros por autobús foráneo, lo que representa 96% de los pasajeros que mueven a través del país. Se trata del medio de transporte más socorrido para desplazarse por los casi 2 millones de kilómetros cuadrados del territorio nacional y, sin embargo, la probabilidad de pagar sobreprecios en los boletos de autobús es alta debido a la poca competencia que hay en el sector, concluyó la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece).
En su Estudio de Competencia en el Autotransporte Federal de Pasajeros, presentado la Cofece identificó que este mercado está dominado por cuatro grupos de interés económico (GIE, cuyos nombres no reveló), que están presentes en 95.2% de las 5,877 rutas identificadas. Se comprobó que, además, en 76.8% de dichas rutas participa un solo operador.
No obstante, los porcentajes varían de acuerdo con el GIE de que se trate. Uno de ellos participa en 723 rutas y no tiene competencia en 642 de ellas, lo que lo convierte en el único proveedor de servicio en 89% de las rutas que maneja, el porcentaje más alto entre los medidos por la Cofece.
Otro GIE participa en una gran cantidad de rutas, 2,019, siendo el único operador en 61% de ellas; otro maneja 1,986 rutas y en 60% resulta ser el único transportista. Finalmente, el más pequeño de los GIE ubicados participa en 76 rutas, sin enfrentar competencia en 51% de ellas.
De surgir un competidor en las rutas donde sólo trabaja un operador, la baja en el precio de los boletos podría ser de hasta 40% calculó el órgano regulador con base en un ejercicio econométrico expuesto en su estudio.
Sobre las razones de esta concentración de mercado, Alejandra Palacios, presidenta de la Cofece, refirió la rigidez regulatoria que pone barreras a la entrada de nuevos competidores y limita las herramientas competitivas de los ya presentes, pero también citó casos en los que se observa falta de ánimo competitivo por parte de los operadores.
“Existen rutas en las que sí hay más de un operador, pero uno ofrece el servicio de lujo y el otro el económico”, afirmó en un encuentro con medios para presentar el estudio.
En cuanto a los obstáculos regulatorios, la Cofece identificó la falta de acceso a las terminales de pasajeros —controladas en muchos casos por los transportistas— la imposibilidad de “jugar” con las tarifas por las regulaciones de precios máximos y la prohibición para las empresas de cambiar sus autobuses de una ruta a otra.
De no existir estas limitaciones, las líneas de autobuses podrían ofrecer tarifas dinámicas acordes con la oferta y la demanda (como sucede con las tarifas aéreas), podrían reacomodar con agilidad su flota para aumentar el servicio en donde haya déficit de oferta de asientos y poder así bajar los precios.
Por lo anterior, la Cofece hizo a la Secretaría de Comunicaciones y Transportes una serie de recomendaciones como suprimir el registro de tarifas máximas, no vincular permisos de autotransporte a rutas específicas y eliminar el requisito de avisar con 30 días de anticipación la cancelación de una ruta.
Al defender el estudio, Palacios Prieto afirmó que el mercado mexicano tiene una demanda lo suficientemente grande para ser satisfecha por un mayor número de oferentes y negó que este sector tenga características de lo que los economistas llaman “monopolio natural”, que es una estructura de mercado en donde, por la gran cuantía de las inversiones que hay que hacer, es más conveniente tener a uno o muy pocos oferentes.
De manera paralela al estudio, la Cofece efectúa una investigación por la posible comisión de prácticas monopólicas absolutas, es decir, por colusión para fijar precios o segmentar mercados, en el mercado de transporte de pasajeros por autobús en las regiones centro, centro-sur, sur-sureste y Tamaulipas.
En el 2010, la extinta Comisión Federal de Competencia había presentado ya un diagnóstico sobre la situación de competencia en este mercado, con conclusiones similares a las del documento de la Cofece. En ese momento, identificó a Grupo ADO, Grupo IAMSA, Grupo Senda y Estrella Blanca como cuatro de las empresas con mayor participación en el mercado.