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Constructoras del Consam se reagrupan

Luis Zárate. El hoy director general de ICA impulsó en el 2014, como presidente de la CMIC, la creación de un gran consorcio de constructoras mexicanas para ganar las obras del NAICM.

Las constructoras mexicanas que en su momento conformaron el Consorcio Aeroportuario Mexicano (Consam) con el propósito de competir por las obras del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México (NAICM), se han reagrupado y buscan ganar sus primeros grandes proyectos: las pistas dos y tres.

En su momento se justificó su desintegración por el fallido tren México-Querétaro y porque fuentes de la industria comentaron que no era visto con buenos ojos por el gobierno mexicano, pues por su tamaño este podría abusar de su poder de mercado en los procesos licitatorios.

Con excepción de Marnhos y Constructora Teya, que no se presentaron a estas licitaciones, las otras siete empresas que en septiembre del 2014 conformaron el Consam han presentado por separado propuestas económicas para las citadas pistas de despegue y aterrizaje.

En primer término, ICA, quien poseía la mayor participación del malogrado consorcio (18.22%), se apartó de sus antiguas socias y terminó agrupándose con la portuguesa Mota-Engil y otras dos empresas mexicanas: Impulsora de Desarrollo Integral (Idinsa) y Jaguar Ingenieros Constructores, con las que presentó una propuesta por 7,792 millones de pesos por la pista dos y por 7,740 millones de pesos para la pista tres.

Mientras tanto, otras cuatro empresas de influyentes grupos económicos se asociaron: CICSA, de Carlos Slim; GIA+A, de Hipólito Gerard; Prodemex, de Olegario Vázquez Aldir, y La Peninsular, de Carlos Hank Rhon. Cada una de ellas poseía 11.11% de participación en el Consam. Su consorcio presentó una propuesta por 7,979 millones de pesos para la pista dos y de 7,359 millones para la tres.

Otra integrante de aquel grupo, Coconal que también tenía 11.11% del consorcio , se asoció con la Constructora y Pavimentadora Vise, con quien presentó una oferta por 7,926 millones de pesos por la pista dos y de 7,825 millones por la tres.

Finalmente, Tradeco, de Federico Domínguez, terminó por asociarse a través de su filial Innovaciones Técnicas en Cimentación con Túneles y Puentes del Pacífico y con la minera canadiense Invecture Group, con quienes planteó un presupuesto de 8,132 millones de pesos por la pista dos y por 7,998 millones por la tres.

El Consam fue impulsado por la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC) cuando ésta era presidida por Luis Zárate, director general de ICA. El propósito era elevar las probabilidades de que las empresas mexicanas se quedaran con la obra; no obstante, en diciembre del 2014 terminó su vigencia sin que pudieran concretarse trabajos.

En su momento, la CMIC adujo que la figura del consorcio era ideal para la construcción del aeropuerto, pues ello se ajustaba a las mejores prácticas internacionales en el proceso de erigir grandes obras aeroportuarias, como sucedió con la terminal cuatro del aeropuerto Adolfo Suárez, de Madrid, o el aeropuerto de El Dorado, en Bogotá, Colombia.

empresas@eleconomista.mx

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