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Consumo privado apuntaló el moderado crecimiento del PIB del primer trimestre

Al interior del alza trimestral de 0.3% de la economía, el gasto de las familias subió 1.5% en coincidencia con un mayor salario real y el anticipo de transferencias gubernamentales; la inversión fija cedió protagonismo con un avance de 0.8 por ciento.

El gasto de las familias mexicanas al rescate. Durante el primer trimestre del año, el consumo privado creció 1.5% frente al cuarto trimestre del 2024, con lo que se convirtió el componente de gasto más dinámico de un Producto Interno Bruto (PIB) que mostró signos de desaceleración.

A la zaga, la formación bruta de capital fijo —que 12 meses atrás lideraba el dinamismo del gasto agregado con un espectacular crecimiento de 6.1%— tuvo un avance de 0.8%, de acuerdo con los Indicadores trimestrales de la oferta y demanda y del ahorro bruto divulgados este martes por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi).

En tanto, el consumo gubernamental creció 0.3% y las exportaciones de bienes y servicios —que en el 2022 dinamizaron el PIB junto con el consumo— tuvieron una variación nula. 

Cabe recordar que el PIB creció un moderado 0.3% trimestral desestacionalizado durante el primer cuarto del año, lo cual significó una mejora frente a la variación nula del cuarto trimestre del 2023.

Sin embargo, en comparaciones anuales (también de cifras desestacionalizadas) el crecimiento se desaceleró a 1.9% desde el avance de 2.3% del cuarto trimestre del 2023, tomando más distancia aún del salto de 3.6% observado en enero-marzo de ese año.

Durante todo el 2023, el PIB mexicano creció 3.2% y para este 2024 los analistas económicos del sector privado que encuesta mensualmente el Banco de México pronostican una desaceleración, con un sesgo bajista de la predicción.

En mayo el consenso de economistas previó un crecimiento de 2.06%, estimación inferior al 2.26% presentado un mes antes.

Lectura con cifras originales

Al considerar cifras originales, el PIB de México tuvo un crecimiento interanual de 1.6% durante el primer trimestre del año, cuya descomposición confirma el protagonismo del consumo privado.

Este último aportó 2.5 puntos porcentuales a ese crecimiento, mientras que la formación bruta de capital fijo contribuyó con 2.1 puntos y el gasto de gobierno generó otros 0.2 puntos. La discrepancia estadística explica otros 1.7 puntos.

En contraparte, hubo una resta de 4.8 puntos proveniente de las exportaciones netas de bienes y servicios (exportaciones menos importaciones), que se explica por el déficit comercial de México durante el período.

Adicionalmente, la variación de existencias negativa quitó otros 0.1 puntos al crecimiento total de la economía.

La expansión del consumo coincide con fenómenos como la mejora sostenida del salario real y el anticipo de transferencias gubernamentales en previsión al período de veda electoral previo a las elecciones del pasado 2 de junio.

Durante el primer trimestre del 2024, el salario promedio de los trabajadores afiliados al IMSS deflactado por el índice de precios de la canasta básica creció 5.3%, con lo que hiló tres años de crecimientos interanuales.

Por otro lado, el envío de remesas volvió a marcar un máximo histórico, al sumar 14,083 millones de dólares, lo que significó un crecimiento de 0.8 por ciento.

Editor de Empresas y Negocios en El Economista

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