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Creciente rechazo en EU al etiquetado COOL

De acuerdo con la Cámara de Representantes del país vecino, negocios dependientes de contratos de suministro de largo plazo fueron ya afectados ante las posibles sanciones.

En Estados Unidos se ha registrado un creciente rechazo por la exigencia de las normas de etiquetado, conocidas como COOL, en carnes y otros productos, las cuales implican un costo anual estimado de 2,600 millones de dólares en ese país, sin que aporten nada a la seguridad alimentaria.

El pasado viernes, el Comité de Agricultura de la Cámara de Representantes difundió un infográfico en el que advierte que algunos negocios dependientes de contratos de suministro de largo plazo fueron afectados ya por la incertidumbre de represalias que podrían aplicar México y Canadá a Estados Unidos por la etiqueta COOL.

Se espera que la Organización Mundial del Comercio (OMC) autorice a México y Canadá la aplicación de represalias comerciales contra su vecino común, por afectar sobre todo las exportaciones mexicanas de becerros y de carnes de res y puerco canadienses.

Las reglas COOL exigen que el producto cárnico refleje en una etiqueta si el ganado del cual deriva nació en México, lo que implica segregar al ganado mexicano del estadounidense a lo largo de la cadena de producción.

El Comité de Agricultura afirmó que más de 120 negocios y organizaciones nacionales se han preocupado por los potenciales impactos de las reglas COOL, incluyendo la Cámara de Comercio de Estados Unidos, la Asociación Nacional de Manufactureros, el Instituto Wine y la Asociación de Consumidores de Electrónicos.

Etiquetado, sin positivos

Las reglas COOL, agregó, no tienen que ver con la seguridad alimentaria, porque todos los productos alimenticios que importa Estados Unidos deben ser inspeccionados, de todas formas, por un sistema que es al menos igual que el aplicado para bienes similares producidos localmente.

El Departamento de Agricultura de Estados Unidos calculó en 2,400 millones de dólares los gastos adicionales en que incurre la ganadería y la industria procesadora de la carne por cumplir con las normas COOL.

El Comité de Agricultura puso como ejemplo del impacto de las represalias que Texas podría enfrentar aranceles de entre 5 y 20% sobre 9,200 millones de dólares en exportaciones de carne de res, bebidas espirituosas, partes de máquinas y alimentos preparados.

Una investigación de la Universidad Estatal de Kansas en el 2012 concluyó que el programa COOL no tiene efectos en las decisiones de compra. El estudio encontró que los residentes típicos de Estados Unidos ignoran este etiqueta.

En el 2014, las exportaciones mexicanas de becerros al mercado estadounidense sumaron 648,000 cabezas, por un valor de 419 millones de dólares.

rmorales@eleconomista.com.mx

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