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Demanda interna afianza reactivación a marzo, pero a paso moderado

En coincidencia con la reactivación del gasto público en infraestructura, el adelanto de transferencias sociales y el fortalecimiento del poder adquisitivo sobre productos importados, tanto la inversión fija como el consumo privado hilaron en marzo tres meses de avances.

PLAYA DE CARMEN, QUINTANA ROO, 14ABRIL2024.- Continúa la construcción del Tramo 5 del Tren Maya en Playa del Carmen. FOTO: ELIZABETH RUIZ/CUARTOSCURO.COMElizabeth Ruiz @Cuartoscuro, Cuartoscuro.com

Tras un “flojo” cierre del 2024, la inversión fija y el consumo privado, los componentes más importantes de la demanda interna del país, tuvieron una mejora moderada durante el primer trimestre del 2024, en coincidencia con un mayor gasto público y la apreciación del peso.

En marzo la inversión fija que se realiza en México, medida a través del Indicador Mensual de la Formación Bruta de Capital Fijo (IMFBCF) creció 0.8% mensual desestacionalizado, con lo que hiló tres meses de paulatina mejora, de acuerdo con datos publicados este martes por el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi). En febrero el crecimiento había sido de 0.7 por ciento.

El avance de marzo fue motivado por mayores compras de equipo de transporte de origen nacional (+4.9%) y mayores gastos en construcción no residencial (+2%) y residencial (+1 por ciento).

Por el contrario, se observaron descensos en las compras de bienes de capital importados, tanto equipo de transporte (-4.7%), como maquinaria y equipo (-0.5 por ciento). La inversión en maquinaria y equipo de origen nacional también cayó 1.6 por ciento.

Gracias al avance de marzo, el IMFBCF base 2018 creció a 115.9 puntos, aunque esta lectura todavía está por debajo de las 116.3 unidades de agosto pasado, que es a la fecha su mejor nivel histórico.

Luego de un desempeño sobresaliente durante los primeros ocho meses del año pasado, con crecimientos anuales de hasta 26% (agosto) remolcados por el gasto en construcción no residencial, la inversión fija total se moderó al cierre del 2023, con caídas mensuales en septiembre, noviembre y diciembre.

No obstante, a lo largo de todo el año pasado creció 18.1%, su mayor avance desde 1996 (+18.5 por ciento). Gracias a ello, el IMFBCF con base en cifras originales se encumbró a un nivel récord de 110.7 puntos. Este desempeño también le valió ser, por el lado del gasto, el motor del Producto Interno Bruto (PIB), que creció 3.2 por ciento.

Crecimiento trimestral

De forma acumulada, de enero a marzo la inversión fija creció 9.8%, tasa que sigue comparándose muy favorablemente con el crecimiento del PIB en el período que fue de 1.6 por ciento.

La compra de equipo de transporte importado es el segmento de mayor avance con 35.3% de crecimiento, seguida de los gastos de construcción no residencial (+23.7%) y en equipo de transporte nacional (+11.2 por ciento).

Bajo la óptica del tipo de inversor, la inversión privada —la de mayor peso— creció 9.8%, mientras que la pública lo hizo 9.5 por ciento.

El avance de la inversión pública coincide con la expansión de 23.3% del gasto en inversión física del gobierno federal a 224,980 millones de pesos, de acuerdo con datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).

Consumo, resiliente

En tanto, el consumo privado, medido a través del Indicador Mensual del Consumo Privado (IMCP) creció en marzo 0.8% en comparación con febrero y, al igual que la inversión fija, también sumó tres meses de avances, según el reporte del Inegi, liberado también este martes. Este crecimiento fue prácticamente idéntico al que mostró el mes previo.

Al interior se observó una mejora de 2.5% en el consumo de bienes de origen nacional, mientras que la compra de productos importados creció 0.3% y la adquisición de servicios se contrajo 0.3 por ciento.

Cabe recordar que el consumo privado total tuvo descensos mensuales en octubre y diciembre del 2023 y solo el Buen Fin impulsó levemente el indicador durante noviembre.

De forma acumulada, el indicador tuvo un alza de 3.7% durante el primer trimestre del año, en donde el subíndice protagonista fue el de compra de productos importados (+20.8%), coincidente con la fortaleza del peso. El tipo de cambio peso-dólar en ese período tuvo una reducción anual promedio de 8.9% al pasar de 18.7 a 17 pesos.

El crecimiento trimestral del consumo también ocurrió mientras el gobierno federal adelantó el pago de programas sociales, en anticipo de la veda electoral por las elecciones federales del pasado 02 de junio.

octavio.amador@eleconomista.mx

Editor de Empresas y Negocios en El Economista

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