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El poder retador del Pacto Mundial

La mayor parte de los asociados al Pacto Mundial está en el valle de México (35%), y 65% en el resto del país. Querétaro es de los estados con mayor actividad, un estado que ha logrado integrar a empresas nacionales y extranjeras.

Adherirse al Pacto Mundial es una iniciativa intimidante y retadora para las empresas, pero también una mina de oro en información, aseguró Gustavo Pérez, presidente del comité del Pacto Mundial México, quien agregó que es intimidante porque una vez que una organización sube la información de sus acciones de responsabilidad social y sostenibilidad a la página de Internet del Pacto Mundial, no hay poder humano que la baje, incluso esa información sirve, en algunos casos de crisis de alguna organización, como base de las investigaciones .

En entrevista, Gustavo Pérez dijo que la información de la empresa se vuelve pública, y cualquier persona, de cualquier parte del mundo, puede revisarla y analizar si la empresa que la publica es congruente.

No obstante, éste es un reto de transparencia y rendición de cuentas al que se enfrentan las empresas. En México hay 639 organizaciones adheridas al Pacto Mundial, de las cuales 65% son empresas (40% de ellas son pymes y 20% grandes empresas), y el porcentaje restante son ONG, universidades y gobiernos estatales y delegacionales.

La mayor parte de los asociados al Pacto Mundial está en el valle de México (35%), y 65% en el resto del país. Querétaro es de los estados con mayor actividad, un estado que ha logrado integrar a empresas nacionales y extranjeras.

A pesar de la exposición que da la transparencia y la rendición de cuentas, las empresas que están en el Pacto son organizaciones e instituciones muy comprometidas en lograr un cambio en derechos Humanos, estándares laborales, ambientales y anticorrupción.

Se asumen como ESR y a partir de ahí comienzan a generar capital cumpliendo con la ley, respetando a sus colaboradores, e integran a su cadena de valor a proveedores que siguen la responsabilidad social y la sustentabilidad.

Desde el nacimiento del Pacto en el año 2000, a iniciativa de Kofi Annan, el sector empresarial global se convirtió en el brazo de las Naciones Unidas en sustentabilidad, con el fin de que haya una economía más responsable e incluyente. México se adhirió a él en el 2005.

Y es tal el compromiso en RSE que dos empresas, Cementos Mexicanos y Toks, son consejeras de Naciones Unidas en sustentabilidad y cadenas de suministro. A nivel mundial son 25 empresas.

Las empresas mexicanas que participan en el Pacto Mundial México crearon un comité integrado por Toks, Asur, Xcaret, IPADE, Expok, KPMG, Telefónica, ICA, Aeropuertos del Sureste.

leopoldo.trejo@eleconomista.mx

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