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Gobierno de México dejó ir una planta de microprocesadores a Brasil: Qualcomm
Brasil ganó a México una inversión de 200 millones de dólares, pero sobretodo un lugar en la cadena de producción de semiconductores que harán posible el Internet de las cosas y los smartphones de nueva generación.
Qualcomm pretendió instalar en México una planta de semiconductores de última generación para smartphones y para futuros dispositivos que se utilizarán en servicios de Internet de las cosas (IoT). El proyecto implicaba una inversión de “cientos de millones de dólares” para crear esa nueva infraestructura de manufactura avanzada y hubiera detonado los ánimos de otras tecnológicas para traer aquí más inversión para desarrollar productos de última generación que por ahora se producen en su mayoría en Estados Unidos y China.
Esta información se conoció hoy en un foro de la Cámara Nacional de la Industria Electrónica, de Telecomunicaciones y Tecnologías de la Información (Canieti) que trató sobre los resultados de la reforma telecom a cinco años de la política sectorial que dio origen a ese nuevo marco regulatorio y al regulador IFT. Al respecto de su colaboración con el gobierno mexicano, Salvador Blasco, vicepresidente de Desarrollo de Negocios de Qualcomm en el país, dijo que “se decidió por la planta en Brasil, porque el diálogo no fue bueno con la administración actual (con la Secretaría de Economía)”.
“Después de un análisis y de platicar con ellos, ese gobierno, y su apertura, se optó por Brasil (…) Las plantas de ese tipo en el mundo están en China y Estados Unidos”, añadió.
De esta manera, Qualcomm Technologies, subsidiaria de Qualcomm, y Universal Scientific Industrial (USI) de Taiwán confirmaron en febrero la creación de una joint venture para fabricar semiconductores avanzados en la zona Campinas, al norte de Sao Paulo.
Es la primera vez que Brasil verá una fabricación de semiconductores y la primera planta de USI en la región. Brasil entra así a la cadena de valor en cuanto diseño y fabricación de semiconductores.
Allí se daría vida entonces esos componentes para teléfonos inteligentes; desde su diseño hasta fabricación y luego de una inversión conjunta de 200 millones de dólares entre ambas compañías en un periodo de cinco años.
El desarrollo de la planta de fabricación empezó en marzo y generará en su mejor momento entre 800 y 1,000 empleos de valor agregado.
Se tiene estimado que el producto principal de la fábrica será una línea de chips Qualcomm, que incluiría un único componente frecuencias de radio y componentes digitales para smartphones e IoT.