Lectura 3:00 min
Industria automotriz evitó caída de exportaciones
El valor de los envíos del ramo automotor creció 14.3% y, sin su presencia, las ventas externas de mercancías del país se habrían contraído 2.1%.
La industria automotriz evitó que las exportaciones mexicanas de productos registraran una caída en 2023 y alcanzó una participación de 31.9% en el total de ventas externas de mercancías desde México.
Sin el sector automotriz, las exportaciones mexicanas hubieran descendido 2.1% en el año pasado.
La industria automotriz fue el segmento más dinámico en las ventas foráneas mexicanas, con un crecimiento de 14.3% interanual, a 188,903 millones de dólares, según datos del Inegi.
Esto permitió que las exportaciones mexicanas totales aumentaran 2.6% en 2023, a 593,012 millones de dólares. En la última década, casi se duplicaron, desde los 97,781 millones de dólares en 2013.
Después de retroceder 16.8% en 2020, las exportaciones mexicanas automotrices repuntaron con un alza de 13.8% en 2021 y luego con un aumento de 18.2% en 2022.
México exporta desde tractocamiones, autos y camiones, hasta autopartes, cuatrimotos, camionetas, autobuses y vehículos para usos especiales.
Durante ese mismo periodo, la participación de la industria automotriz en el total de las ventas externas pasó de 25.7 a 31.9 por ciento.
Fernando de Mateo, exembajador de México ante la Organización Mundial de Comercio (OMC), comentó que las exportaciones mexicanas ayudaron a México a salir de sus crisis económicas en 1995 y en 2020, pero que ahora hay una desaceleración del comercio internacional.
“Las cadenas globales de valor han mostrado una mucha mayor resiliencia que lo que los críticos de la globalización y los críticos del comercio, particularmente con China, quisieran”, dijo De Mateo. “La globalización no está muerta, la globalización va a continuar, pero de diferentes maneras”.
Lo cierto es que hasta ahora el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) y su predecesor, el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN), han desempeñado un papel importante en la creación de un mercado automotriz altamente integrado entre los tres países de la región.
La mayoría de los vehículos ligeros producidos en Canadá y México se exportan a Estados Unidos, lo que sugiere que la demanda estadounidense es crítica para la industria automotriz en todos los países del T-MEC.
Por ejemplo, Estados Unidos es el mayor importador de repuestos para automóviles de México, que es el cuarto mayor productor de repuestos para automóviles a nivel mundial.
México y Canadá contribuyeron con 45.7% de las importaciones automotrices estadounidenses en 2022, de acuerdo con la Comisión de Comercio Internacional de Estados Unidos (USITC).
Entre 2018 y 2022, las importaciones estadounidenses desde México aumentaron en 4,700 millones de dólares (8.8%) a 58,300 millones de dólares; mientras que las importaciones desde Canadá experimentaron una disminución de 28% entre 2018 y 2022, en 11,100 millones de dólares.
En parte porque la pandemia de Covid-19 y la escasez de chips semiconductores provocaron caídas y posteriores aumentos en la producción y el comercio de automóviles de Estados Unidos, los cambios en varias métricas de la competitividad automotriz estadounidense desde la entrada en vigor del T-MEC, en julio de 2000, presentan un panorama mixto.
Por ejemplo, entre 2018 y 2022, la participación de la producción nacional de piezas en el consumo de piezas estadounidenses disminuyó 3.1 puntos porcentuales, lo que posiblemente indica una disminución en la competitividad de las piezas estadounidenses frente a las importadas.
Además, según la USITC, la proporción de importaciones de automóviles estadounidenses procedentes de Canadá y México que no reclamaron la preferencia arancelaria del T-MEC aumentó significativamente después de la entrada en vigor del acuerdo.