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La OMC no cumplió objetivo de reformar su sistema de solución de diferencias en 2024
El Órgano de Apelación es una segunda instancia en la solución de disputas, pero Estados Unidos lo hizo inoperante al no renovar a sus integrantes, una acción que debe tomarse por consenso en la OMC.
La Organización Mundial de Comercio (OMC) falló en su objetivo de reformar su sistema de solución de diferencias para antes de que concluyera 2024. Hacia adelante, este mismo objetivo representa un desafío por la llegada de Donald Trump a la Presidencia de Estados Unidos en enero de este año y las marcadas diferencias entre los miembros de la OMC sobre asuntos como inversiones, comercio agrícola y servicios.
El Órgano de Apelación es una segunda instancia en la solución de disputas, pero Estados Unidos lo hizo inoperante al no renovar a sus integrantes, una acción que debe tomarse por consenso en la OMC. Dicho Órgano dejó de funcionar el 11 de diciembre de 2019.
A diferencia de los grupos especiales (paneles), el Órgano de Apelación es un organismo permanente compuesto de siete miembros, que se ocupa de examinar los aspectos jurídicos de los informes emitidos por los grupos especiales.
“La deficiencia más grande, más problemática y más publicitada de la OMC es la debilidad de nuestra función de solución de diferencias. Como un activo único –la llamada ‘joya de la corona’ de la organización- la disfunción del Órgano de Apelación ha creado la imagen más adversa de la OMC”, dijo Ngozi Okonjo-Iweala, directora general de la OMC a finales de noviembre pasado.
Luego reconoció que la imagen de disfunción está ahora tan arraigada en la psiquis del público que es difícil convencer a alguien de que el sistema realmente funciona a nivel de los grupos especiales.
“Hemos pasado mucho tiempo tratando de persuadir al público de esto. En cuanto a la revisión de apelaciones, ha habido de hecho cierta creatividad en la resolución de disputas a través del diálogo, a través del Acuerdo de Arbitraje de Apelación Multipartita (MPIA), a través de la diplomacia y otros medios, medios que no se habían explorado tanto antes. No he asistido a ninguna reunión de líderes en el G20 o en otro lugar donde la reforma del sistema de solución de diferencias no sea un tema central”, agregó Okonjo-Iweala.
Desde hace más de dos años, la OMC ha buscado aclarar las hojas de ruta hacia su reforma interna, incluida la solución de diferencias.
Este fue uno de los temas transitorios de mayor importancia en la Decimotercera Conferencia Ministerial de la OMC (MC13), que se realizó en febrero pasado en Abu Dabi, Emiratos Árabes Unidos.
Antes, por primera vez, los miembros de la OMC acordaron en su decimosegunda Conferencia Ministerial celebrada en junio de 2022 llevar a cabo una revisión exhaustiva de las funciones de la OMC para garantizar que la organización sea capaz de responder de manera más eficaz tanto a los desafíos que enfrenta el sistema de comercio multilateral como a las oportunidades que brinda por la evolución contemporánea del comercio mundial.
Los Ministros adoptaron un Documento Final de la CM12 que aborda el camino a seguir en la reforma de la OMC y el compromiso de contar con un sistema de solución de diferencias pleno y que funcione bien para 2024.
La cuestión de la reforma de la OMC es amplia y abarca muchas facetas del trabajo. Un aspecto central en el debate sobre la reforma es la solución de diferencias, cuestión que una gran mayoría de delegaciones ha identificado como máxima prioridad.
En abril de 2022 comenzaron conversaciones informales entre los delegados sobre la reforma de la solución de disputas a nivel técnico, encabezadas por Estados Unidos. En febrero de 2023, el Representante Permanente Adjunto de Guatemala ante la OMC, Marco Molina, comenzó a convocar a un proceso de negociación informal con los miembros.