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Intensifican labores de resguardo de naves
En colaboración con empresas privadas, las autoridades buscan evitar que los acreedores de la empresa se cobren por su cuenta.
Al menos cinco buques de Oceanografía S.A. (OSA) han pasado recientemente por las instalaciones de Talleres Navales del Golfo, una empresa de HPH Holdings, quien dio aviso a la capitanía del puerto para ponerlos a resguardo y evitar que, de ser arrendados, sean tomados sin previo aviso al Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE).
El 6 de marzo Norsk Tillitsmann ASA, fiduciaria del contrato por un bono de 300 millones de OSA, tomó el control del barco OSA Goliath y salió hacia aguas internacionales. En este momento está en el mar y con rumbo a Oranjestad, en la isla de Aruba, en Sudamérica, sin informarle al respecto al SAE.
Esta determinación se toma como parte de los resguardos que se firmaron en el contrato bajo el segmento Compromisos generales y convenios especiales para los emisores , que le permiten al fiduciario tomar el control del barco.
Otras cosas que invalidan el control de OSA y que están claras en los compromisos firmados con los tenedores de bonos son las fusiones, escisiones o restricciones, la continuación de las disposiciones comerciales, la eliminación de las restricciones comerciales, el que no haya dividendos.
Además de un mayor endeudamiento financiero, a excepción de los préstamos subordinados, de abstención, los requisitos de presentación de informes, las disposiciones normales de mercado, los pactos activos, el mantenimiento de los seguros, las restricciones sobre el uso de los activos en Irán, Corea del Norte, Venezuela, entre otros.
De acuerdo con los reportes, de las cinco naves que han pasado por los talleres sólo una se mantiene en labores de mantenimiento y reparación.
Según la información presentada a los tenedores, el bono sirvió para apoyar parte de la compra de dos buques (Goliath y Caballo Marango), aunque en realidad lo que se hizo fue un alquiler a casco desnudo, es decir, sin tripulación y lo puso al servicio de la petrolera.
OSA Goliath fue valuado en 245 millones de dólares, pero puede ser vendido, como negocio en marcha, entre 230 y 260 millones de dólares. Caballo Marango cuesta entre 160 y 170 millones de dólares.
En septiembre pasado, ante los inversionistas, Grupo OSA señaló que estaba consciente de que hay rumores en la prensa para convencer al nuevo gobierno para investigar los contratos obtenidos hasta el año 2008.
Pero OSA consideró que habían resuelto todos los alegatos en la medida de que era consciente de ellos, y que había establecido una política de siempre cumplir con todas las leyes y reglamentos aplicables.
luis.carriles@eleconomista.mx