PIB de EU cayó 1.4% en el I Trim; descartan recesión

El Producto Interno Bruto (PIB) de Estados Unidos cayó 1.4% anualizado en el primer trimestre del 2022, debido a que la variante Ómicron y la reducción del gasto público afectaron a los consumidores y empresas, de acuerdo con datos de la Oficina de Análisis Económico (BEA, por su sigla en inglés).

El resultado fue mucho peor de lo estimado por los analistas, quienes habían pronosticado una ligera expansión y se produjo después de que la economía creciera 6.9% en el último trimestre del 2021.

Economistas encuestados por la agencia Reuters habían previsto que la economía crecería a un ritmo de 1.1 por ciento.

Estados Unidos se encuentra lidiando con una inflación récord de 8.5% anual. El aumento de los precios de los combustibles y otros insumos debido a la guerra entre Ucrania y Rusia, además de los problemas en las cadenas de suministro mundiales, han sido factores para temer que la economía estadounidense caiga en recesión.

Ian Shepherdson, economista jefe en Pantheon Macroeconomics, aseguró que el déficit del último trimestre se debió, en parte, a que las empresas importaron más para reconstruir sus inventarios y que el crecimiento podría registrar un repunte en el segundo trimestre del 2022.

La economía no está cayendo en recesión. El comercio neto se ha visto afectado por un aumento de las importaciones, especialmente de bienes de consumo, ya que los mayoristas y minoristas han tratado de reconstruir sus inventarios”, escribió Shepherdson en un análisis.

El Departamento de Comercio explicó en un comunicado que “la caída del PIB refleja la reducción de las inversiones privadas, de las exportaciones, (...) los gastos públicos del Estado federal y de los gobiernos locales, mientras que las importaciones aumentaron”.

Los bienes duraderos impulsaron el aumento de las importaciones, mientras que el informe sostuvo que el déficit de inversión privada se debió especialmente a los bienes de comercio al por mayor, en particular los vehículos motorizados, que han escaseado debido a la falta mundial de semiconductores.

La caída del gasto público también se debió tanto a la disminución del gasto en defensa como a la expiración de programas gubernamentales que proporcionaban ayuda a las familias.

Además, el gasto de los consumidores fue sólido y la inversión empresarial en equipos se aceleró considerablemente. El resultado es una medida de la demanda interna (excluyendo el comercio, las existencias y el gasto público) que aumentó fuertemente desde el ritmo del cuarto trimestre de 2.6 por ciento. Las ventas finales a los compradores domésticos privados representan aproximadamente 85% del gasto agregado.

Economía es resiliente

A pesar del resultado negativo en el PIB, el presidente estadounidense, Joe Biden, se mostró confiado en que la economía de su país es “resiliente”.

“La economía estadounidense, impulsada por las familias trabajadoras, sigue siendo resiliente frente a los desafíos históricos”, mencionó el mandatario en rueda de prensa y subrayó que fueron “factores técnicos”  los que afectaron el desempeño económico y aseguró que no está preocupado por un riesgo de recesión.

“Estados Unidos enfrenta los desafíos del Covid-19, la invasión injustificada de Ucrania por parte de Rusia así como la inflación mundial”, remarcó el mandatario poco antes en un comunicado.

Caen peticiones de ayuda por desempleo

El Departamento del Trabajo informó que las solicitudes iniciales de subsidios estatales por desempleo cayeron en 5,000, hasta una cifra desestacionalizada de 180,000 en la semana terminada el 23 de abril.

El presidente Joe Biden aseguró que la economía estadounidense, impulsada por las familias trabajadoras, sigue siendo resiliente frente a los desafíos históricos y descartó una recesión.