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El futuro de la frontera es verde y más eficiente: John Beckham
Para el director del Nadbank, la clave para aprovechar el nearshoring es avanzar en temas de agua, movilidad y eficiencia energética.
La frontera entre México y Estados Unidos ha crecido mucho desde 1994, cuando se firmó el TLCAN, pero lo mejor está por venir, dice John Beckham, director general del Banco de Desarrollo de América del Norte (Nadbank).
“Es el nearshoring o friendshoring, pero también y, sobre todo, la dinámica que se ha construido en esta región. Pasó de ser una zona poco desarrollada a ser una de las más dinámicas de América del Norte. El promedio de crecimiento de la frontera es el doble que el que tienen México y Estados Unidos”, afirma.
El crecimiento económico sostenido por tres décadas ha significado un cambio sustancial en la forma en que la frontera se ve a sí misma, asevera el director del Nadbank.
“Hace treinta años, muy pocos hablaban de sostenibilidad. Ahora se habla mucho de economía verde y la sostenibilidad está en el centro de todo, hay una preocupación real por encontrar soluciones en temas de calidad del aire y de uso de agua y energía. Necesitamos viviendas, fábricas y parques industriales que sean sostenibles. Para resolver estos retos, hay un diálogo constante entre empresarios, líderes sociales y gobierno, el diálogo es dentro de cada país, pero también en un contexto binacional”, avizora.
John Beckham fue nombrado director general del Nadbank a principios de enero del 2024. Es estadounidense, hijo de madre mexicana, y habla un español impecable. Es binacional y, en ese sentido, un director “ideal” para un banco binacional, en el que los gobiernos de México y Estados Unidos son socios al 50 por ciento.
Nos habla de los planes en el futuro próximo:
En los próximos cinco años, el banco debe crecer 50% y llegar a 1,500 millones de dólares en cartera de proyectos. Uno de los mayores retos es diversificar nuestras fuentes de financiamiento y conseguir más alianzas en proyectos a fondo perdido”.
El Nadbank surge en 1994, en el contexto de la firma del TLCAN y opera en un territorio que abarca las fronteras sur de Estados Unidos y norte de México. Su sede está en San Antonio, Texas.
Los proyectos que son elegibles para ser financiados por este banco caben en seis categorías: Agua, manejo de residuos sólidos, calidad del aire, energías limpias, ciudades sostenibles y producción sostenible. Ha participado en 295 proyectos, de los cuales 153 están en México y 142 en Estados Unidos.
De México, el estado que tiene más trabajo con el Nadbank es Baja California, con 35 proyectos. En Estados Unidos, es Texas, con 78 proyectos.
Reto del agua, desde hace 30 años
El reto del agua existía ya hace 30 años para el banco y ahora sigue, pero se ha hecho más grande. Así lo explica el director: “Se tiene que mantener la infraestructura existente, pero además por la sequía, hay una necesidad de diversificar las fuentes de agua potable. Hay soluciones de desalinización, que presentan el desafío del manejo de los residuos, la salmuera. Otro desafío es el reúso del agua, el almacenamiento. Tenemos que trabajar en la cultura del agua y diversificar las fuentes de agua de calidad”.
Con el tiempo y algunas crisis, ha crecido la atención a asuntos relacionados a la movilidad, “mucho de lo que puede mejorar en la frontera tiene que ver con movilidad”, dice Beckham.
“Hay que transformar los cruces de frontera y modernizar las flotas de camiones de carga y los vehículos. Tenemos que poner atención al reto de armonizar los reglamentos y los proyectos a largo plazo. California quiere avanzar en una década a tener 100% de vehículos cero emisiones, pero 80% de los camiones que cruzan su frontera con mercancía son mexicanos”, ahonda.
Modernización de cruces fronterizos
El Nadbank ha financiado proyectos de modernización de algunos cruces fronterizos, entre Coahuila y Texas; Tamaulipas y Texas. “Con frecuencia, vemos grandes filas de vehículos en espera para pasar. Se pierde mucho tiempo y eso significa más contaminación, más emisiones, pero también un time tax, que no medimos, pero cuesta mucho”.
No todo son nuevas inversiones, subraya el directivo: “Me preocupa y me ocupa que hay lugares en los que el gasto en mantenimiento se descuida y no acompaña al crecimiento. Es un hecho que se ha deteriorado el nivel de servicio en algunos lugares, por falta de mantenimiento. Hay otros temas, por supuesto, en algunos casos el crecimiento ha sido tan grande que desbordó el diseño original. Ése es el caso de los cruces fronterizos”.
Los temas económicos van más allá de lo puramente económico, dice este banquero que conoce muy bien América Latina porque ha vivido en Argentina y Brasil. “Una fortaleza de la frontera son los lazos culturales, que refuerzan los vínculos empresariales y comerciales. En esta región se ha creado un tejido en ambos lados de la frontera que reconocen cómo hay una interdependencia. Todos saben que hay que cuidar la gallina que está produciendo huevos de oro”.