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Reforma fiscal amargó ?la miel

El mal sabor de boca que generó para los consumidores la reforma fiscal rebasa los posibles beneficios que trajo a los productores de miel, por lo que la cautela en el sector persiste de cara al segundo semestre del 2014.

El mal sabor de boca que generó para los consumidores la reforma fiscal rebasa los posibles beneficios que trajo a los productores de miel, por lo que la cautela en el sector persiste de cara al segundo semestre del 2014.

El presidente de la Asociación Ganadera Local de Apicultores de Querétaro, Bernardo Ríos Rodríguez, expuso que las nuevas disposiciones establecen beneficios para el manejo de productos primarios, como es el caso de la miel. Dentro de éstos: la exención en el pago de algunos impuestos.

Un productor primario de cualquier especie que no venda más de 932,000 pesos al año no va a pagar un solo peso de impuestos; es un apoyo bastante bueno para el productor primario , reconoció Ríos.

Sin embargo, los contrastes son fuertes, dado que para implementar los diversos mecanismo que solicita la ley los costos de operación de muchos productores aumentaron.

Además, aspectos como el Impuesto Especial Sobre Productos y Servicios (IEPS) se han resentido en el bolsillo de los consumidores y, por ende, el de productores.

En términos generales la reforma fiscal fue muy desafortunada y ha tenido impactos en la economía bastante graves , consideró.

Pese a la incertidumbre derivada de las modificaciones fiscales, la comercialización de la miel mantiene un precio promedio en el mercado de entre 75 y 110 pesos por kilogramo, según estimaciones de la organización.

lourdes.duran@eleconomista.mx

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