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¿Por qué es tan difícil llevar el control de tus finanzas?
Seguramente a muchos les ha pasado. Es casi fin de mes y no nos alcanza el dinero. De nuevo tenemos que recurrir a pedirle prestado a un amigo, familiar o, simplemente, nos volvemos a endeudar con la tarjeta de crédito.
Seguramente a muchos les ha pasado. Es casi fin de mes y no nos alcanza el dinero. De nuevo tenemos que recurrir a pedirle prestado a un amigo, familiar o, simplemente, nos volvemos a endeudar con la tarjeta de crédito. Y tal vez nuevamente haya lamentaciones y promesas con uno mismo sobre que, ahora sí, será la última vez en la que nos encontremos en esta situación. Hasta que vuelve a pasar...
Hay muchas razones por las cuales puede estar sucediendo esto. Quizá nos encontramos en un círculo vicioso que no ha sido identificado y que se necesita romper. Exploremos algunas de las posibles causas:
Vivir por encima de nuestras posibilidades. Aquí hay un truco. Esto supone que sabemos cuáles son nuestras posibilidades. Y con esto me refiero a nuestras posibilidades actuales. Por increíble que parezca, hay muchas personas que no saben cuánto pueden gastar. Y esto no quiere decir que no sepan cuánto ganan. Más bien, no saben en qué gastan ni qué compromisos de gasto tienen ya adquiridos. Hay quienes piensan que gastan de más porque se lo merecen y porque para eso trabajan . No cabe duda de que todos realizamos un gran esfuerzo y trabajamos para tener un ingreso y buscamos que crezca con el tiempo, como resultado de dicho esfuerzo. Sin embargo, esto no quiere decir que contemos con ese excedente.
Tener compromisos de gasto elevados. En este rubro están incluidos conceptos de gasto recurrentes tales como la renta o la hipoteca, el teléfono, el gas, etcétera. Pero también los pagos a plazos fijos, las suscripciones a diversos servicios como el gimnasio o aquella aplicación que decidimos pagar desde el celular.
No hacer un presupuesto. Esto se refiere no sólo a identificar los ingresos que se obtienen y los gastos que se enfrentarán, sino también a la fecha en la que se recibirán dichos ingresos y se realizarán los gastos. Por ejemplo, si sabemos que a inicios del año debemos pagar la anualidad de las tarjetas, la renovación del seguro del coche y de los gastos médicos, la Tenencia del automóvil, el Impuesto Predial y otros conceptos similares, probablemente deberemos ahorrar una buena parte del aguinaldo para cubrirlos o en el mejor de los casos, iniciar con este ahorro desde meses antes. Si no se ha hecho del ahorro un hábito, aquí un par de recomendaciones al respecto:
1.- Antes de ahorrar, pagar las deudas. Hay gente que debe una gran cantidad de dinero en sus tarjetas de crédito y sólo prefiere pagar el monto mínimo. Eso sí, ahorra en su cuenta de cheques. La tasa de interés que cobra una tarjeta de crédito fluctúa dentro de un rango de 20 a 60% anual. En cambio, la tasa de interés que paga una chequera por los depósitos no llega a 1 por ciento.
2.- Para hacer del ahorro un hábito, hay que programar una cantidad fija como mínimo de ahorro, ya sea cada mes o cada quincena. Hay que hacer del ahorro un concepto fijo en nuestro presupuesto.
Llevar una correcta administración de las finanzas personales no debe ser agobiante. Eso sí, debemos dedicarle el tiempo que merece. De cualquier modo, ¿qué es más agobiante, hacer un presupuesto o descubrir a fin de mes que, otra vez, no nos alcanzó el dinero?
El autor es VP Project Manager Latam en BBVA Bancomer Asset Management.