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Continúa rescate de turistas en Machu Picchu
Después de dos días de haberse colapsado la ciudadela peruana debido a las fuertes lluvias, rescatistas siguen evacuando a más de 1000 turistas pese a las condiciones difíciles del clima y el terreno.
Las tareas de evacuación de los más de 1.000 turistas que permanecen varados en Machu Picchu desde el domingo por las fuertes lluvias que caen al sureste de Perú, se aceleraron gracias a un mejor clima, lo que permitiría finalizar la operación antes del sábado.
Unos 12 helicópteros de Estados Unidos, Chile y Argentina se turnaban para tratar de retirar durante la jornada a 500 turistas desde Aguas Calientes -al pie de la ciudadela inca de Machu Picchu- hasta la vecina Ollantaytambo, desde donde se puede viajar al Cusco en autobús.
En Aguas Calientes quedaron atrapados más de 2.000 turistas de diversas nacionalidades -de los cuales más de 1.000 ya fueron evacuados-, debido al bloqueo de la vía férrea entre Machu Picchu y Cusco causado por derrumbes y las fuertes lluvias.
El ministro de Comercio Exterior, Martín Pérez, advirtió que la cifra de turistas varados se podría incrementar ante la llegada de los mochileros que se encuentran en el Camino Inca, que se estima son alrededor de 600 personas.
El saldo hasta el momento es de un guía peruano y una turista argentina muertos debido a los aludes.
En tanto, representantes de la Unión Europea crearon una célula de crisis en Cusco para asistir con ayuda humanitaria, consistente en medicinas y víveres a los europeos varados, informó en París la cancillería francesa.
El único medio de acceso a la zona es por helicóptero en un escenario geográfico difícil porque deben sobrevolar a baja altura un cañon estrecho, lo que requiere pericia de los pilotos además de un clima adecuado, dijo el embajador de Estados Unidos en Lima, Michael MacKinley.
Las lluvias son las más intensas de los últimos 15 años y han causado también graves inundaciones en la región del Cusco, dejando más de 13.000 pobladores damnificados y al menos 7 muertos.
El gobierno envió más de 20 toneladas de ayuda humanitaria, incluyendo carpas para los damnificados que perdieron sus casas. La región fue declarada en emergencia por 60 días.
Machu Picchu es una mítica ciudadela construida por los incas en el siglo XV y es considerada como una de las mecas del turismo mundial.
Sobrevivientes son víctimas de abusos
Los turistas de mejor posición económica han podido pagar habitaciones de hotel, pero otros que agotaron sus reservas de dinero, han debido pernoctar en la estación del tren, en los vagones, o a la intemperie en carpas.
Los alimentos escasean y muchos comerciantes aprovechándose de la situación han doblado o triplicado los precios agravando el problema de los visitantes, quienes no puede usar sus tarjetas bancarias para sacar dinero porque los cajeros automáticos están vacíos.
``Hemos empezado a comer lo que nos da la gente local, lo que se llama ollas populares, pero la comida es mínima, muy pobre. Hay gente muy joven que la está pasando muy mal porque no tienen dinero. Los últimos días he compartido la cama con otra gente'', contó a la turista argentina Sandra Marcheiani, de 34 años, y quien viaja sola como mochilera.
Marcheiani destaca, sin embargo, el espíritu solidario que ha imperado entre todos los turistas apoyándose mutuamente, compartiendo los alimentos, reuniendo dinero para alquilar una cama o un cuarto en un albergue.
Sin embargo, comentó que lo que más les indignó fue ``que al inicio las primeras evacuaciones han sido para gente que dio dinero'', pese a que la disposición fue que se diera prioridad a enfermos, niños, ancianos y mujeres gestantes.
Según información de los gobiernos de Argentina, Estados Unidos, Chile, Brasil, Uruguay y Costa Rica, en Aguas Calientes quedaron varados unos 700 argentinos, 400 estadounidenses, 309 chilenos, unos 215 brasileños, 30 uruguayos y 10 costarricenses.
abp