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Cuidado con los dulces mágicos
Desde el 2014, cuando en Colorado las tiendas se llenaron de potentes productos de marihuana de todas las formas y tamaños, los viajes a los hospitales de niños casi se han duplicado, aunque la incidencia sigue siendo baja.
Cuando los niños roban galletas, por lo general sufren poco más que un simple regaño. Cuando esas galletas contienen cannabis, es una historia diferente: De acuerdo con un estudio, la exposición a la marihuana de los niños de Colorado ha aumentado desde que el estado comenzó a vender la droga legalmente; paralelamente también lo han hecho las visitas a la sala de emergencia.
Colorado dio luz verde a la marihuana medicinal en el 2000.En el 2012, el estado sancionaba el uso recreativo y, para enero del 2014, los estantes de las tiendas se llenaron de potentes productos de todas las formas y tamaños. Desde entonces, los viajes a los hospitales de niños, relacionados con la marihuana, casi se han duplicado, aunque la incidencia en general sigue siendo baja.
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Los productos comestibles, en particular, parecen atraer a los niños despistados que piensan que han encontrado aperitivos escondidos, aunque el humo exhalado es también uno de los motivos. Después del consumo accidental de la marihuana, la mayoría de los niños simplemente sólo padece sueño. En el peor de los casos, pueden terminar con un tubo de respiración.
Es posible que los casos se hayan incrementado en Colorado, en parte porque los médicos están más conscientes del problema y por los padres menos reacios a admitir que tienen marihuana en sus hogares. Pero la tendencia, lo cual se repite en estados con leyes similares, merece atención, ya que podría enseñar a los legisladores que están considerando la despenalización en otras localidades a invitar a la precaución.
El Distrito de Columbia, la ciudad capital, es uno de esos lugares. En el 2014, los votantes aprobaron una iniciativa para permitir que los residentes y visitantes mayores de 21 años tengan y lleven una cantidad limitada de la droga y puedan cultivarla en casa. Pero el Congreso, en un alarde de indiferencia evidente por la autodeterminación, anuló los intentos de la ciudad para trasladarse hacia un régimen de impuestos y regulación que permitiría la compra y venta legal de la droga.
En respuesta, algunos miembros del Consejo de DC se han mostrado a favor de reblandecer las restricciones sobre la marihuana, sin poder controlar su uso. Se espera también recibir recomendaciones para permitir fumar en clubes privados.
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El caso de Colorado da otra razón a la ciudad capital para tener cuidado con las regulaciones que se pueden hacer de la venta de marihuana. Algunas tiendas adoptaron los envases a prueba de niños en el 2015. Este mes entró en vigor una ley de restricción de la venta de marihuana que tenga parecido a golosinas comunes, como los ositos de goma y otros dulces en formas humanas, animales y frutas. El estado también ha tratado de alentar a los fabricantes a limitar la potencia del producto y algunos legisladores locales han propuesto un límite obligatorio.
Dichas normas abordan sólo un problema asociado con la legalización. Pero el estudio de la semana pasada destaca la necesidad de realizar más investigaciones sobre los efectos de la marihuana para saber qué otros problemas podrían surgir y para que los estados se sientan más presionados hasta que encuentren la forma de resolverlos.
erp