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François Hollande, entre dos mujeres caprichosas
Desde que tomó posesión en mayo, FranÇois Hollande ha pedido repetidamente a los franceses considerarlo como un Presidente normal .
París. Desde que tomó posesión en mayo, FranÇois Hollande ha pedido repetidamente a los franceses considerarlo como un Presidente normal .
Podría ser. Pero sería más fácil si la primera dama, Valerie Trierweiler, no fuera una novia con la que vive.
También sería más fácil si él se hubiera casado con la mujer con la que vivió casi tres décadas y tuvo cuatro hijos antes de relacionarse con Trierweiler, una reportera de política que ahora quiere continuar su carrera como periodista independiente con una oficina cercana a la del Presidente.
Y sin duda sería más fácil si las dos mujeres no fueran objeto de varios libros recién publicados que describen a detalle cómo ganaron atención al llegar Hollande a la Presidencia.
La difusión pública de los problemas familiares de Hollande -un crítico incluso se preguntó si describirlos como vodevil o tragedia - ha debilitado la posición del Presidente, de acuerdo con analistas independientes, ya que lo presenta como incapaz de imponer su voluntad con dos mujeres notoriamente caprichudas que no se soportan la una a la otra.
Esto se ha integrado a la percepción general de que Hollande no está preparado para ser presidente , indicó Nicole Bacharan, investigadora asociada al Instituto de Ciencias Políticas de París. La reputación de Hollande como indeciso y temeroso fue dejada de lado en la euforia de su elección, indicó, pero ahora vuelve más conflictiva .
Francia siempre ha sido conocido como un país que tolera el romance y el sexo extramatrimonial de una manera que sería imposible en la política estadounidense. Pero en los últimos seis años, dicha tolerancia ha sido tratada como una serie de telenovelas en el pináculo del poder que, a los ojos de muchos observadores, ha roto definitivamente las barreras que separan la vida pública y privada en el país.
Después de las primeras damas que permanecieron sólidamente detrás de los presidentes Charles de Gaulle, Georges Pompidou, Valéry Giscard dEstaing, François Mitterrand y Jacques Chirac. Sarkozy abrió la puerta a la telenovela Dallas , al ganar la Presidencia en el 2007, cuando trató de evitar que su segunda esposa, Cecilia, se escapara con un publicista.
Fracasó y Cecilia lo dejó por una nueva vida en Nueva York. Sin embargo, a las pocas semanas de haberse mudado al Palacio del Elíseo, Sarkozy se casó con Carla Bruni, una exmodelo.