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"Janja", el amuleto de Lula que quiere cambiar el papel de la primera dama en Brasil
La tercera esposa de Lula es Rosangela da Silva, una socióloga y militante de izquierda que ayudó a su ahora marido a llegar a la presidencia de Brasil, también por tercera ocasión.
Rosangela da Silva, una socióloga y militante de izquierda que se casó con Lula da Silva este año, fue una pieza fundamental en la campaña que lo condujo a la presidencia por tercera vez, y ha asegurado que potenciará el rol de primera dama en Brasil.
"Estoy aquí, firme y fuerte, amando nuevamente, enamorado de mi mujer... será ella quien me dará la fuerza para enfrentar todos los obstáculos", dijo este domingo Luiz Inácio Lula da Silva, de 77 años, tomado de la mano de su esposa ante una multitud en Sao Paulo poco después de la victoria.
Sonriente y de apariencia jovial a sus 56 años, "Janja", como la apodaron sus amigos y pasó a ser conocida, se convirtió en su sombra: desde que Lula obtuvo la anulación de sus condenas y quedó habilitado para disputar la elección, lo acompañó en casi todas sus reuniones, viajes y conferencias de prensa.
Activa en las redes sociales, hizo de puente con artistas e "influencers" para granjear apoyos.
"Te amo, mi amor. Felicitaciones, Brasil", tuiteó poco después del resultado oficial junto a una selfi de ambos sonriendo.
Lula ha dicho que se siente enamorado "como si tuviera 20 años".
El expresidente se casó en 1969 con Maria de Lourdes da Silva, que murió dos años después por una hepatitis, y en 1974 lo hizo con Marisa Leticia, fallecida en 2017 de un ACV, con quien tuvo cuatro hijos.
"Cuando pierdes a tu mujer y piensas que la vida no tiene más sentido, que todo acabó, aparece una persona que empieza a darle sentido nuevamente", dijo Lula este año a la revista Time.
El beso fuera de prisión
Rosangela da Silva nació en la frontera de los estados Santa Catarina y Paraná, en el sur de Brasil. Estudió Sociología en la Universidad Federal de Paraná y trabajó durante casi veinte años para la empresa de energía Itaipú Binacional en Curitiba.
Afiliada desde 1983 al Partido de los Trabajadores (PT) cofundado por Lula, se define a sí misma como una auténtica "petista con carné".
Iniciaron su relación a fines de 2017, durante un evento que reunió a activistas y artistas de izquierda, entre ellos Chico Buarque.
Pero el romance entre el ícono de la izquierda y esta mujer de cabellos castaños que suele vestir jeans y zapatillas All Star se mantuvo en secreto hasta mayo de 2019, cuando Lula ya llevaba más de un año preso tras ser condenado por corrupción en el caso Lava Jato, según el biógrafo del exmandatario Fernando Morais.
"Lula está enamorado y su primer proyecto al salir de prisión es casarse", reveló uno de sus allegados tras visitarlo en prisión.
Lula fue liberado en noviembre de 2019, tras irregularidades en sus procesos.
Junto a familiares y dirigentes del PT, Rosangela lo esperó a la salida de la cárcel de Curitiba (sur) y se besaron frente a la multitud que los arropaba.
La boda se celebró dos años y medio después, el pasado 18 de mayo, en Sao Paulo.
Politizada, feminista y "amuleto" de Lula
"Quiero dar un nuevo significado al concepto de primera dama o "primera compañera", enfocándome en temas prioritarios para las mujeres, como la inseguridad alimentaria o la violencia doméstica", dijo Rosangela durante un acto en Rio de Janeiro antes de la primera vuelta.
Es una persona "muy politizada, tiene una buena cabeza política y es muy feminista", reveló Lula el año pasado en una entrevista con el rapero Mano Brown.
Y dijo más recientemente que es dueña de su "propio pensamiento" y que tendría "la libertad de pensar lo que quiere hacer" como primera dama.
En el lanzamiento de su candidatura este año, Rosangela le dedicó públicamente su "regalo de bodas": una reedición del célebre jingle electoral de Lula de 1989, regrabado por varios artistas para la actual campaña.
Hasta hora, la futura primera dama prácticamente no ha dado entrevistas y revela poco sobre su intimidad. Según la revista Veja, estuvo casada hace más de una década y no tiene hijos.
Pero por su protagonismo creciente, un reportaje del portal UOL llegó a calificarla de "amuleto" del expresidente.