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John Kerry y Ken Salazar reiteran su preocupación sobre la reforma eléctrica de AMLO
El Enviado Especial para el Clima de la Casa Blanca, John Kerry y el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, externaron su preocupación por una posible violación a las obligaciones fundamentales del T-MEC, si se aprueba la reforma eléctrica impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Estados Unidos elevó la presión sobre México por la reforma eléctrica impulsada por el presidente Andrés Manuel López Obrador que busca reducir la participación de sus empresas en el sector y que también es rechazada por Canadá y España.
En un comunicado difundido este viernes por la embajada de Estados Unidos en México, se reiteraron las preocupaciones que externó el Enviado Especial para el Clima de la Casa Blanca, John Kerry durante su reunión del jueves con el presidente López Obrador sobre el sector energético y la "posible violación a las obligaciones fundamentales del T-MEC", a raíz de la reforma propuesta por el Gobierno mexicano, la cual será debatida durante abril en el Congreso de la Unión.
"Estamos en un momento crucial. Debemos acelerar la lucha contra el cambio climático, y para hacerlo, es necesario trabajar juntos para aprovechar la oportunidad económica que presenta el desarrollo de energía limpia”, dijo el secretario Kerry.
Al término del encuentro del 31 de marzo, el embajador de Estados Unidos en México, Ken Salazar, hizo eco de este sentimiento, al afirmar que “los Estados Unidos y México tienen una oportunidad extraordinaria de crear una potencia económica en América del Norte, liderando el mundo en energía limpia. México es nuestro socio más importante y está dotado de un extraordinario potencial de energía renovable que debe ser aprovechado".
Durante la reunión a la que también acudieron altos funcionarios de ambos países, el secretario Kerry y el embajador Salazar abordaron los principios básicos que "deben guiar la política en el sector energético, incluida la aceleración rápida de la energía renovable", destacó la embajada estadounidense.
John Kerry enfatizó la oportunidad que tienen ambos países para mostrar liderazgo en la lucha contra la crisis climática global a través de la intensificación de los esfuerzos. "Estos compromisos incluyen tomar medidas decisivas para implementar políticas para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero en todos los sectores y acelerar significativamente el despliegue de energía renovable".
"Los proyectos y contratos existentes que una gran cantidad de proveedores de energía renovable de los Estados Unidos tienen con el gobierno mexicano representan una base sólida para el desarrollo del futuro de la energía limpia de América del Norte", reiteraron las autoridades estadounidenses.
En tanto, López Obrador reveló en su conferencia matutina de este viernes que durante el encuentro de cinco horas -al que asistieron empresarios estadounidenses- se opuso a que un equipo del país vecino vigilara el trámite que avanza en el Congreso.
"Imponer un grupo para vigilarnos, para observarnos, eso no lo permite nadie. A lo mejor en otros tiempos, con gobiernos sumisos, entreguistas, pero ya no son los tiempos de antes", dijo en su habitual conferencia de prensa.
Sin embargo, el mandatario federal reiteró que su Gobierno respetará los permisos de importación de combustible de las petroleras estadounidenses Exxon, Valero, Koch, Shell y Tesoro (Marathon).
"Se respetarán los permisos de importación que se entregaron a cinco petroleras para introducir combustible bajo condiciones de precios justos y de legalidad", comentó López Obrador desde Palacio Nacional.
Ésta fue la tercera visita de Kerry a México en cinco meses y se sumó a las de otros funcionarios como la representante comercial estadounidense, Katherine Tai.
"Las políticas energéticas de México dañan el medio ambiente, las empresas estadounidenses y los intereses de los inversionistas (...) y obstaculizan los esfuerzos conjuntos para mitigar el cambio climático", declaró Tai el pasado lunes durante una reunión con empresarios y ambientalistas en su país.
La reforma de López Obrador plantea reservar al menos 54% de la producción de energía a la Comisión Federal de Electricidad (CFE), contra el 38% actual y el 62% que detentan los privados. También propone un monopolio estatal sobre la explotación de litio.
El presidente mexicano sostuvo, no obstante, que la relación con el gobierno Joe Biden es "muy buena" y que mantendrá un canal de comunicación con Washington a través del embajador estadounidense, Ken Salazar.
Advertencia
Rompiendo el protocolo de seguridad, Kerry declaró a la prensa el jueves tras el encuentro, en una calle aledaña al Palacio Nacional, que Estados Unidos formará su propio equipo para seguir el proceso legislativo.
Para ese país y Canadá, los cambios a la legislación podrían contravenir el acuerdo comercial de América del Norte, T-MEC, lo que niega López Obrador.
En declaraciones al diario Reforma publicadas este viernes, Kerry sostuvo que al mandatario se le advirtió que si la norma es aprobada sin modificaciones, habrá "una clara respuesta" de Washington en el terreno comercial.
"Acordamos un conjunto de principios que tenemos la esperanza de que serán incorporados en la reforma", afirmó el enviado, según la traducción del periódico.
Sin embargo, el presidente López Obrador aseguró este viernes que su partido, Morena, buscará votar la reforma tal como está ahora en las Comisiones Unidas de Energía y Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados que se alistan para analizar y discutir la propuesta durante abril.
La enmienda también es rechazada por el gobierno y empresas españolas, que advierten que el cambio en las reglas de juego -incluidas "normas retroactivas"- "genera inseguridad jurídica y perjuicios que afectan el clima de inversiones".
Además, advierten que en materia ambiental podría ser incompatible con el acuerdo comercial vigente con la Unión Europea, según un documento conjunto en el que recuerdan que España es el segundo país -después de Estados Unidos- con mayor número de empresas establecidas en México (6,500).
"No es cierto que la iniciativa tenga que ver con promover las energías sucias", afirmó López Obrador este viernes, destacando que su gobierno está modernizando seis refinerías, no ha autorizado el fracking para extraer petróleo y su producción de energía a partir del carbón representa el 2.1% de lo que genera Estados Unidos con ese mineral.
Instancias internacionales
El proyecto, actualmente en discusión en el Congreso de la Unión, es una reforma a la Constitución y por tanto requiere el voto de dos tercios de los legisladores, una cantidad que Morena y sus aliados no reúnen. Necesitan votos de opositores, que hasta ahora rechazan en bloque la propuesta.
La próxima semana, la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) discutirá si otra reforma a una ley secundaria del sector eléctrico, ya aprobada en el Congreso, es o no constitucional.
Según juristas, si el máximo tribunal avala ese texto, no sería necesario reformar la Constitución.
En dicho caso, el último recurso para los inconformes con la reforma serían instancias internacionales, entre ellas el panel de controversias del Tratado comercial entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC).
(Con información de AFP y Reuters.)
kg