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Geopolítica

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Kerry se reúne con Karzai para tratar de aligerar tensiones

John Kerry, y el presidente afgano, Hamid Karzai, dialogaron ayer acerca de una de las peores muestras de la difícil relación entre EU y Afganistán con sonrisas y un compromiso que aclara -por ahora- una amarga disputa sobre el destino de prisioneros talibanes considerados una amenaza para las fuerzas estadounidenses.

Kabul. El secretario de Estado estadounidense, John Kerry, y el presidente afgano, Hamid Karzai, dialogaron ayer acerca de una de las peores muestras de la difícil relación entre Estados Unidos y Afganistán con sonrisas y un compromiso que aclara -por ahora- una amarga disputa sobre el destino de prisioneros talibanes considerados una amenaza para las fuerzas estadounidenses.

La transferencia del control sobre el centro de detención de Parwan es uno de los símbolos de la tensión al tiempo que las fuerzas de EU salen de Afganistán después de 13 años, dejando detrás una democracia frágil con una capacidad no probada para defenderse o salvaguardar los logros políticos y económicos pagados con miles de millones de dólares del gasto de EU.

Con un plazo autoimpuesto de diciembre del 2014 para que las fuerzas de combate estadounidenses abandonen Afganistán, la administración de Obama trata de dar forma a una relación menos volátil con Karzai, al tiempo que insiste en una elección limpia para remplazarlo el próximo año. Kerry evidenció ayer su larga amistad con Karzai, al alabarlo por su valentía y resistencia, mientras que Karzai agradeció repetidamente a Kerry y a otros funcionarios por mantenerse fieles a él.

Usted, creo, está a punto de convertirse en un notable legado por haber liderado a Afganistán durante una época increíblemente difícil. Todavía hay dificultades por delante, todavía hay desafíos , le comentó Kerry a Karzai.

Kerry conoce bien al líder afgano y fue a menudo un intermediario para el presidente Obama durante su servicio en el Senado, antes de convertirse en Secretario de Estado el mes pasado.

Ambas naciones tratan de resolver los complejos problemas que frecuentemente enfrentan los objetivos de Estados Unidos en búsqueda de la seguridad de las fuerzas estadounidenses, así como sus intereses contra el agudo sentido de la soberanía nacional de Karzai.

La más grande de estas cuestiones sigue abierta: si todas las fuerzas estadounidenses que permanecen en el país para el entrenamiento y operaciones antiterroristas después del 2014 serían inmunes al enjuiciamiento bajo la ley afgana. Funcionarios estadounidenses aseguran que la protección es esencial para un acuerdo conjunto de seguridad a largo plazo, pero será difícil de vender a los afganos. La misma diferencia hundió un acuerdo similar en Irak.

Funcionarios estadounidenses aseguran que sería absurdo pensar que el proceso de separar el control estadounidense del afgano será suave, como prueba fehaciente están las recientes declaraciones de Karzai en las que coludió a la administración de Obama con la insurgencia talibán.

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