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Geopolítica

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Para haitianos no hay futuro, sólo el hoy

Gente de la agencia AID de EU contrata a personas cada dos semanas por 5 dólares para remover escombros; es el mayor programa de empleo en Haití.

Puerto Príncipe. UNO DE los mayores y más costosos esfuerzos de ayuda humanitaria en la historia salvó muchas vidas tras el devastador terremoto de hace un año, pero ha logrado muy poco desde entonces para aliviar el sufrimiento de los haitianos ordinarios.

Conforme los funcionarios de Estados Unidos, países donantes y empresas dedicadas a canalizar la ayuda internacional aplauden los esfuerzos del pueblo, los beneficiarios de esta ayuda sin precedente se encuentran desalentados ante la falta de avances visibles.

Tenemos lo justo para sobrevivir, pero no para vivir , lamentó Dieusin St. Vil, un empresario textil cuyas máquinas de coser están enterradas en el fango.

Junto con su familia, St. Vil vive en una precaria tienda de campaña en uno de los 1,150 campamentos donde se ubican 810,000 haitianos, quienes se las arreglan con el absoluto mínimo diario. Contratistas pagados por organizaciones internacionales dan el mantenimiento básico a las letrinas, mientras un grupo alemán paga servicios médicos esenciales y la fundación del músico haitiano Wyclef Jean cubre las entregas diarias de agua potable que es insuficiente.

Cada dos semanas, pasa gente de la agencia AID de EU y contrata a una docena de personas a 5 dólares diarios para remover escombros de las calles. Se trata del mayor programa de empleo en Haití, pues en estos 12 meses ha empleado a 350,000 haitianos, a un costo total de 19 millones de dólares, pero es insuficiente.

Del gobierno haitiano, nada , aseguró St. Vil, para los cientos de miles en los campamentos, no existe el futuro, sólo el hoy .

Desde el terremoto del 12 de enero, las carreteras están peor que nunca, la electricidad con fallas frecuentes y el arroz mucho más caro. El presidente René Préval no está visible. Políticamente, el país está paralizado.

Inicialmente recibidos como verdaderos héroes, los representantes de las ONGs hoy son vistos con mucho recelo.

Los únicos que ganan dinero en Haití es la gente de las ONGs, que utilizan el sufrimiento de los haitianos para pagar sus lujosos automóviles , arremetió el peluquero Clenor Fleurent.

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