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Rusia investiga a dos periodistas italianos por reportaje en la región de Kursk
Los servicios de seguridad rusos investigan a dos periodistas italianos que hicieron un reportaje en la región de Kursk, tras cruzar "ilegalmente" la frontera desde Ucrania.
Los servicios de seguridad rusos (FSB) abrieron el sábado una investigación contra dos periodistas del canal italiano RAI que realizaron un reportaje en la región de Kursk, tras cruzar "ilegalmente" la frontera desde Ucrania, informaron las agencias de prensa rusas.
El FSB "abrió una investigación penal" contra los periodistas italianos Stefania Battistini y Simone Traini por "cruce ilegal de la frontera", indicaron los servicios rusos en un comunicado citado por las agencias rusas.
La embajadora de Italia en Rusia, Cecilia Piccioni, fue convocada el viernes en Moscú por la diplomacia rusa en relación con este asunto.
Al término de su convocatoria, un portavoz de la diplomacia italiana afirmó que la embajadora defendió ante las autoridades rusas el trabajo "independiente" de los periodistas en la región rusa de Kursk, donde el ejército ucraniano realiza una incursión desde el 6 de agosto.
"La embajadora (italiana) recibió una enérgica protesta debido a las acciones de un equipo de filmación de la radiotelevisión pública RAI, que ingresó ilegalmente a Rusia para cubrir el ataque terrorista criminal de soldados ucranianos contra la región de Kursk", denunció la diplomacia rusa en un comunicado.
El reportaje, transmitido esta semana, fue realizado por dos periodistas italianos de la RAI, Stefania Battistini y Simone Traini, junto al ejército ucraniano en la ciudad rusa de Sudzha, ubicada a unos 10 kilómetros de la frontera ucraniana.
Sudzha alberga un importante centro de distribución del gigante ruso Gazprom, que permite seguir suministrando gas a Europa a través de Ucrania.
Ambos reporteros italianos, que no se encuentran en Rusia, se enfrentan a hasta cinco años de prisión, según el código penal.
Las fuerzas ucranianas atacaron la región de Kursk el 6 de agosto, capturando, según Kiev, 82 localidades y 1.150 kilómetros cuadrados en una ofensiva sin precedentes que sorprendió al ejército ruso.