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Perspectivas económicas para 2025 ¿Cuáles son los retos para la nueva presidenta?
El mejoramiento del clima de la inversión, aparte de la certeza jurídica, estará directamente relacionado con el tema de la inseguridad, otra gran tarea pendiente.
Las vicisitudes que se han presentado en los últimos meses de 2024, entre las que destacan, por un lado, el cambio en el gobierno federal de nuestro país, la reforma del Poder Judicial y la desaparición de los órganos autónomos, y por el otro, el retorno de Donald Trump a la Presidencia de los Estados Unidos, con su retórica ya por todos conocida, vislumbran un año de gran complejidad para la presidenta de México.
Entre los principales retos será necesario disminuir el enorme déficit fiscal que se heredó de la administración anterior, aunado a un escenario internacional complicado con nuestros principales socios comerciales, así como los conflictos internacionales latentes en el mapa geopolítico del mundo y que por lo tanto inciden en los mercados financieros internacionales, hacen prever un año de grandes decisiones, cautela y capacidad negociadora.
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Las complejidades del TMEC
Las posturas que ha tomado Donald Trump con relación a México, que considera establecer aranceles desde el primer día de su gobierno y el cambio de posicionamiento de Canadá hacia nuestro país, que en el mes de octubre de 2025 tendrá elecciones federales, han derivado en una serie de propuestas que van desde la exclusión de México del TMEC, o la negociación bilateral de acuerdos comerciales separados por parte de Estados Unidos con sus dos vecinos y socios más importantes.
Cualesquiera de los escenarios que se den, incluyendo el previsto de la revisión del TMEC en 2026, incidirán en el crecimiento económico del país. Recordemos que 14.6 millones de empleos en México se encuentran ligados a los procesos de exportaciones dirigidas a norteamérica, mismas que contribuyen con cerca del 40% del PIB de México. Otro proceso que podría desatarse sería el repunte de la inflación en toda la región de Norteamérica, toda vez que, en caso de incrementarse los aranceles por parte de los Estados Unidos, los otros dos socios tomarían medidas espejo, con el consecuente encarecimiento de los precios de los productos que intercambian las tres naciones.
Sabemos de antemano que la retórica de Trump forma parte de su estrategia negociadora, de tal manera que, mediante amenazas previas, la contraparte llegue debilitada a las mesas de negociaciones para avanzar en los temas que son de su particular interés como es el caso del tráfico de drogas, la migración y en el fondo la guerra comercial con su verdadero enemigo que es China, nación que a pasos agigantados cada día va ganando terreno en todos los órdenes y, en consecuencia, debilitando la hegemonía norteamericana a nivel mundial.
Las perspectivas de la economía mexicana
En los Criterios Generales de Política Económica (CGPE) para 2025 presentados por la SHCP el pasado mes de noviembre, llama particularmente la atención la estimación de crecimiento entre el 2% y 3% para 2025, la cual no coincide con la mayoría de las previsiones de otros organismos e instituciones.
El Banxico proyectó un crecimiento del 1.1%, en tanto que el FMI lo ubica en 1.3% y, en su momento la que estimó Citibanamex (ahora denominada Banamex) en 1.0%. Estas previsiones menores se basan en las consideraciones que el propio paquete económico establece al definir un recorte al gasto público de 1.5% del PIB, en su esfuerzo por mejorar la sostenibilidad de las finanzas públicas.
Adicionalmente, se observan menores requerimientos financieros por parte del sector público, al disminuir el déficit presupuestario del 5% en 2024 a 3.2% en 2025. Sin embargo, el foco rojo, sobre todo para las agencias calificadoras, sigue estando en PEMEX, organismo que entre 2025 y 2026 tendrá vencimientos de deuda pública externa por 23,000 millones de dólares y los ya conocidos adeudos a proveedores desde años atrás.
Con una plataforma de producción petrolera decreciente, aunado a su ineficiente operación, este organismo se ha convertido en un lastre para las finanzas públicas nacionales, utilizando recursos que podrían destinarse al impulso de las actividades productivas, así como a la atención de grandes tareas pendientes en materia de salud.
Mención especial merece la previsión del tipo de cambio, el cual la SHCP estima en 18.5 pesos por dólar al cierre del 2025. Al respecto, merece destacarse que si bien tenemos reservas monetarias suficientes para apuntalar nuestra moneda, también es conveniente mencionar que nos enfrentaremos a un 2025 con alta volatilidad en los mercados financieros, sobre todo por los anuncios o declaraciones espectaculares que ya conocemos del Presidente Trump con respecto a nuestro país, así como de las decisiones que tome con respecto a la guerra comercial con China y los posicionamientos con relación a sus aliados de la OTAN, el conflicto en Ucrania e Israel, entre otros.
Finalmente, consideramos que el principal reto, al igual que en años anteriores, será el crecimiento económico, el cual en buena medida estará determinado, como ya se analizó, por el comportamiento del gasto público, la estrecha vinculación con la economía de los Estados Unidos y lo que se determine a partir de nuestra capacidad negociadora.
Favorecerá la tendencia a la baja que se observa en las tasas de interés y el nivel de inflación con el que cerremos 2024, que se esperaría sea inferior al del año previo. El mejoramiento del clima de la inversión, aparte de la certeza jurídica, estará directamente relacionado con el tema de la inseguridad, otra gran tarea pendiente.
**es economista con postgrado en historia y desarrollo económicos.
* es economista con postgrado en administración y finanzas.