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Compañías tecnológicas con sólidos dividendos

Muchas de estas empresas ofrecen un nivel de fortaleza financiera prometedor. Márgenes de ganancia elevados, altas tasas de crecimiento y balances solventes con bajo nivel de endeudamiento son algunas de las características que auguran buenas perspectivas.

Años atrás, las oportunidades para invertir en firmas tecnológicas con buenos pagos de dividendos resultaban escasas. La mayoría de las empresas del sector tiende a reinvertir buena parte de sus ganancias, lo cual limita los flujos de caja disponibles para distribuciones de efectivo a los accionistas.

Los tiempos han cambiado. Muchas firmas tecnológicas han crecido hasta convertirse en verdaderos titanes de los negocios, con mayor tamaño incluso que las grandes empresas de consumo masivo o de servicios públicos, sectores que tradicionalmente están entre los favoritos de los inversionistas a la hora de volcar su dinero en empresas con dividendos atractivos.

Muchas de estas compañías ofrecen un nivel de fortaleza financiera especialmente prometedor. Márgenes de ganancia elevados, altas tasas de crecimiento y balances solventes con bajo nivel de endeudamiento son algunas de las características que auguran buenas perspectivas en lo que respecta a sostener e incrementar las distribuciones de efectivo en el futuro.

Desde el punto de vista del inversionista, los dividendos ayudan a reducir los riesgos al tomar posiciones en el sector tecnológico. Si bien las oportunidades de crecimiento vía innovación son particularmente atractivas en la industria, no debe dejar de tenerse en cuenta que el negocio es altamente dinámico y competitivo, ya que un nuevo desarrollo tecnológico puede tener un rápido impacto en las perspectivas de diferentes compañías.

Por tal motivo, enfocarse en empresas con altos dividendos puede aportar seguridad y solidez, no solo porque la rentabilidad por dividendos provee estabilidad en los retornos del accionista, sino también porque las firmas que pagan dividendos recurrentes tienden a ser más sólidas financieramente.

Apple (AAPL) es un caso paradigmático a tener en cuenta. La compañía creada por Steve Jobs se ha convertido en la de mayor tamaño dentro del índice S&P 500, con una capitalización de mercado cercana a los 602,000 millones de dólares.

Es la marca más valiosa del mundo según el ranking de la revista Forbes, lo cual le permite obtener precios superiores a los de la competencia por sus productos. Gracias a este poder de fijación de precios, Apple genera un margen operativo sobre ventas de 28.8%, muy por encima de los niveles de rentabilidad de sus competidores.

La compañía paga una rentabilidad por dividendos de 2.1% a los precios actuales, y su management cuenta con un amplio margen para incrementar las distribuciones debido que el ratio de pago es relativamente bajo, por debajo de 30% de las ganancias de la firma en el último año.

Además, Apple cuenta con un ambicioso programa de recompra de acciones por un monto de 130,000 millones de dólares. La dirección está ejecutando ese programa en forma intensiva, ya que Apple ha destinado más de 74,000 millones de dólares a distribuciones de capital durante los últimos meses.

IBM (IBM) ha sobresalido desde siempre entre sus pares en el sector tecnológico por su generosa política de distribución de capital. La empresa es particularmente estable y madura gracias a su posición de liderazgo en el negocio de software para empresas y consultoría, lo cual genera solidez y fortaleza financiera para el negocio.

Uno de los argumentos de venta más tradicionales de IBM es la frase nadie fue despedido nunca por contratar a IBM, haciendo referencia al valor del prestigio de la empresa y lo que esto significa en cuanto a confianza y capacidad de respuesta a las necesidades de los clientes.

Por otro lado, los niveles de inversión en el sector corporativo se han mantenido relativamente bajos en los últimos años. Además, tendencias como el boom de la computación en la nube –cloud computing– representan un desafío competitivo considerable para la industria. Esto implica que a lo largo de los últimos trimestres, IBM ha enfrentado dificultades para generar un crecimiento atractivo de ventas.

Sin embargo, la firma cuenta con una trayectoria sobresaliente en cuanto a pagos en efectivo. IBM ha incrementado sus dividendos a lo largo de los últimos 19 años en forma ininterrumpida y duplicó sus pagos de dividendos en los últimos cinco años. La rentabilidad por dividendos es de 2.4 por ciento.

Qualcomm (QCOM) es una compañía líder en lo que respecta a chips y tecnologías para comunicaciones. La firma tiene como clientes a empresas como Apple y Samsung, y prácticamente la totalidad de los teléfonos móviles que se comercializan en la actualidad pagan algún tipo de regalía a Qualcomm por sus licencias.

El portafolio de licencias de la compañía no es tan fuerte en tecnologías 4G como lo es en 3G; sin embargo, muchos de los dispositivos que se produzcan en los próximos años seguramente serán compatibles tanto con 3G como con 4G, lo cual implica que la firma va a beneficiarse doblemente de esta transición en tecnologías de comunicación.

En marzo de este año, Qualcomm anunció un aumento de dividendos de 20%, lo cual significa una rentabilidad por dividendos de 2.1% frente al precio actual. La compañía lanzó su política de distribución de capital en el año 2003, y desde entonces, ha recompensado a sus accionistas con más de 28,000 millones de dólares, incluyendo dividendos y recompras de acciones.

fondos@eleconomista.com.mx

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