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La decepción de Donald Trump
Ya bien entrados en el 2017, los mercados han generado ganancias sustanciosas. Tanto la Bolsa como los mercados de deuda reflejan el apetito por activos de riesgo que los inversionistas a nivel global ostentan, fincado en la sensación de permanencia de un bajo costo del dinero (es decir, de bajas tasas de interés).
Ya bien entrados en el 2017, los mercados han generado ganancias sustanciosas. Tanto la Bolsa como los mercados de deuda reflejan el apetito por activos de riesgo que los inversionistas a nivel global ostentan, fincado en la sensación de permanencia de un bajo costo del dinero (es decir, de bajas tasas de interés). Pero, una vez ubicados en dichas ganancias, prever una racha adicional requiere elementos que más bien se van difuminando, como la persistencia de los bancos centrales a mantener los estímulos monetarios y, más claro aún, la fuerte decepción que aumenta cada vez más con relación al gobierno del presidente Trump
En el primer semestre, la novedad de las señales ambiguas que provenían de la Casa Blanca no parecía opacar la expectativa de que el gobierno eventualmente impulsaría reformas muy estimulantes para los negocios en dicho país. Los principales argumentos eran la reducción de impuestos y el fuerte gasto en infraestructura que se anunciaron desde la campaña electoral.
Los hechos de los últimos dos meses, muy en especial, la desastrosa rotación del personal cercano a la Presidencia, así como la presencia de frentes de conflicto abiertos por todos lados han intensificado la decepción con relación al gobierno. hoy en día los inversionistas ven oposición a las intenciones del presidente Trump, no sólo en el partido demócrata, sino en una buena parte de sus correligionarios republicanos, ahí están las pruebas del fracaso del cambio en el programa de Obamacare o la reducción de facultades al presidente en asuntos de carácter internacional.
En esta semana, otra gran debacle se ha ocasionado con la disolución de los consejos de asesores empresariales del presidente. Se trata de una muestra de alejamiento muy notoria provocada por una estrategia de comunicación deficiente y de un elemento más que se añade a la preocupación relacionada con la factibilidad de que el gobierno tenga éxito en algo, lo que sea.
De acuerdo con el sitio Real Clear Politics, la tasa de desaprobación del presidente después de los hechos de los últimos días se aproxima a 60%, eso describe un capital político muy pobre.
Los mercados reflejan esta misma decepción. Por ejemplo, el descuento de una situación fiscal más ventajosa ya no existe, las acciones de los principales sectores que pudieran haberse beneficiado de dicha medida (consumo, construcción, materiales, empresas medianas y pequeñas) han bajado desde su nivel máximo registrado en enero. Una canasta de empresas de elevada carga impositiva calculada por Bloomberg se ubica 8% por debajo del nivel que alcanzó en enero.
Tal parece que el entusiasmo del inicio del año se esfumó. Tenemos mercados con ganancias principalmente por la permanencia de tasas bajas pero no por la colaboración de las autoridades para generar un mejor crecimiento.
Curiosamente, a finales del año pasado mencionamos en esta columna la corazonada sobre el exceso de optimismo con Trump: Los inversionistas han sido muy positivos con el panorama económico de la Presidencia de Trump. No hay en los precios de la Bolsa, o en la violenta alza de tasas registrada, consideraciones sobre políticas equivocadas, errores operativos o simplemente accidentes en los mercados. En los primeros meses del 2017, esta cuestión acaparará la atención de los inversionistas . (¿Cómo recibirán los mercados el 2017? El Economista, 21 de diciembre del 2016).
¿Qué sigue ahora? Esperar que los tumbos del gobierno no provoquen una situación de riesgo elevado y esperar que los bancos centrales no se equivoquen, los mercados están en niveles sensibles y la posibilidad de una corrección es latente ante estos factores, ojalá no sea así.
*Rodolfo Campuzano Meza es director de Estrategia y Gestión de Portafolios de INVEX. Cualquier pregunta o comentario puede ser enviado al correo: