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No se compensó a inversionistas en países emergentes

Las perspectivas del crecimiento más débil en los mercados emergentes explican, en parte, por qué sus monedas y flujos de capital no experimentaron una apreciación similar a la de los periodos anteriores de relajación monetaria, informó el Banco de Pagos Internacionales.

Las perspectivas del crecimiento más débil en los mercados emergentes explican, en parte, por qué sus monedas y flujos de capital no experimentaron una apreciación similar a la de los periodos anteriores de relajación monetaria, informó el Banco de Pagos Internacionales (BIS por su sigla en inglés).

Estas expectativas menos optimistas también podrían ser el origen de la menor presión que se ha percibido en el precio de las materias primas, advierte.

Al interior del análisis Las medidas de política y los reducidos riesgos a corto plazo , economistas del BIS precisaron: Numerosos inversionistas en deuda han afirmado sentirse menos compensados por asumir riesgos con respecto al pasado .

De ahí son los flujos de cartera que, en términos netos, se dirigieron hacia España e Italia en septiembre, al tiempo que se equilibraron las salidas de depósitos y otro tipo de financiamiento de bancos de estos países, observaron.

Esto, a pesar de que tenían como alternativas la cercanía a cero de la rentabilidad de los depósitos bancarios y el declive de la oferta de otras inversiones de bajo riesgo.

En el documento, los analistas reconocieron que las políticas monetarias más relajadas de las economías avanzadas generaron expectativas de entradas de capital en las economías de mercado emergentes, lo que provocaría apreciaciones de sus monedas, como en noviembre del 2010 y en junio del 2011.

En ese momento, aclararon, el dólar estadounidense se devaluó más de 5 por ciento.

Esta vez, contrastaron, el dólar se apreció durante el último trimestre del año pasado frente a distintas monedas de mercados emergentes, y también en términos ponderados en función del comercio.

Además, documentan que el impacto de las medidas de la Fed fue significativo, pero efímero en los mercados estadounidenses, lo que condujo a una disminución de las tasas de los bonos hipotecarios.

En el análisis, que trae un rezago estadístico de tres meses, el BIS detalló que la relajación monetaria referida fue la dirigida desde la Reserva Federal de Estados Unidos el 13 de septiembre cuando anunció un incremento inmediato en el tamaño de su balance, mediante la compra mensual de títulos garantizados por préstamos hipotecarios por 40,000 millones de dólares.

A diferencia de las rondas de compra de activos anteriores, esta vez las autoridades estadounidenses no especificaron las dimensiones del programa, alegando que proseguiría con él hasta que las perspectivas del mercado de trabajo hubieran mejorado sustancialmente.

Al mismo tiempo, la Fed alargó sus pronósticos varios meses, indicando que esperaba mantener su tasa oficial en niveles excepcionalmente bajos, al menos, hasta mediados del 2015, incluso si la recuperación económica de Estados Unidos se hubiera reanimado.

Mientras en Japón, el banco central ampliaba su programa de compra de activos, tanto en septiembre como en octubre, incrementando a 21 billones de yenes el volumen de sus compras planificadas de deuda pública japonesa y de otros activos antes de fines del 2013.

Entre tanto, el BPI documenta los recortes de tasas de interés oficiales en Australia, Brasil, Colombia, Corea, Filipinas, Hungría, Israel, República Checa, Suecia y Tailandia.

ymorales@eleconomista.com.mx

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