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Problemas fiscales no deben frenar reducción de estímulos: Jeffrey Lacker

La Fed sorprendió a los mercados financieros al mantener el ritmo de sus compras de bonos.

CHARLOTTE.- La paralización parcial del Gobierno federal de Estados Unidos y otras batallas presupuestarias no deberían evitar que la Reserva Federal (Fed) inicie pronto su proceso de reducción de los estímulos monetarios, dijo el martes el presidente de la Fed de Richmond, Jeffrey Lacker.

Aunque Lacker dijo que no quiere adelantarse a la decisión de la reunión del 17 y 18 de diciembre exigiendo una fecha específica para el inicio de la reducción, resaltó que se ha opuesto a la última ronda de compra de bonos desde su inicio.

"Quería reducir en octubre", aseguró. "En mi opinión, las perspectivas para las negociaciones fiscales y la paralización del Gobierno no justificaban no haber reducido el estímulo".

La Fed sorprendió a los mercados financieros en septiembre al mantener el ritmo de sus compras de bonos por 85,000 millones de dólares mensuales.

Decidió lo mismo en octubre, aunque su decisión era muy esperada por los mercados debido a apuestas de que los 16 días de paralización de muchas actividades del Gobierno iban a dañar a la economía en el cuarto trimestre y haría más difícil tener una lectura clara sobre las tendencias económicas.

Lacker dijo que los efectos de las compras de bonos en la economía real no estaban claros, asegurando que la última adquisición de activos no ha hecho una gran diferencia en el crecimiento económico del país, que continúa rondando el 2 por ciento.

"Nuestra capacidad de proveer estímulos a través de la expansión de la hoja de balance es incierta", dijo.

El jefe de la Fed de Richmond afirmó que la inflación se mantiene controlada, pero expresó su preocupación de que la hoja de balance de 3.8 mil millones de dólares del banco central pudiera magnificar las consecuencias de un error de política de la Fed, como esperar demasiado para subir las tasas de interés de sus actuales niveles cercanos a cero una vez que el crecimiento repunte.

La tasa de desempleo, históricamente alta en un 7.2%, así como otros indicadores del empleo en la mayor economía del mundo también han sido difíciles de mejorar.

Pero pese al mandato dual de la Fed de baja inflación y pleno empleo, Lacker reiteró su opinión de que la influencia de las autoridades monetarias en las perspectivas de trabajo era mínima.

"Nuestros efectos en la actividad del mercado laboral son modestos", dijo. "Nuestra mejor contribución al crecimiento económico es mantener la inflación baja y estable".

fondos@eleconomista.com.mx

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