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Opinión

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75 años de la OTAN

Todo inició en el Auditorio Mellon, pero no en 1949 cuando se firmó por primera vez el Tratado del Atlántico Norte (OTAN), sino un día de julio de 2024, 75 años después, cuando el organismo más importante en materia de defensa a nivel global ha declarado, en voz del presidente Biden, que están listos para ayudar a Ucrania en su defensa por la invasión rusa.

A diferencia de lo señalado en reuniones anteriores, ahora el presidente de los Estados Unidos ha declarado en contra de Rusia abiertamente y ha hecho señalamientos muy fuertes de parte de la nación más poderosa del planeta en donde se asegura que la OTAN se encuentra más fuerte que nunca.

La realidad es que la OTAN se siente cada vez más segura debido a que la invasión rusa ha propiciado que se vuelva a hablar de ella de manera continua, es decir, el discurso de la defensa de la paz en Medio Oriente parecía haberse añejado, lo cual se ha visto reabierto con más ánimos por las decisiones del presidente Putin y su intención, a decir de Joe Biden, de querer acabar con la democracia en Ucrania y de saber que no se detendrá ahí, sino que irá por más, haciendo una clara alusión a un intento de violentar la soberanía y democracia de la Unión Europea.

Siguiendo la línea del discurso de Biden en la reunión de la OTAN, los ánimos de fortalecerse en este año tienen que ver con las recientes adhesiones de Suecia y Finlandia y del anuncio de que se apoyará a Kiev a través del otorgamiento de distintos sistemas de defensa aéreo que llegarán en los próximos meses al gobierno de Zelenski desde Alemania, Estados Unidos, Italia, Países Bajos y Rumanía.

Además, la OTAN ha anunciado que 23 de las 32 naciones que la conforman alcanzarán este año el objetivo de destinar el 2% de su Producto Interno Bruto (PIB) al tema de defensa, lo cual garantiza que este organismo pueda continuar con los apoyos a Ucrania a pesar de las constantes crisis económicas y sociales que se viven dentro de la Unión Europea. Sin embargo, existen un par de elementos más que se pueden rescatar de esta reunión y que puntualizo a continuación:

Primero, Estados Unidos reafirma su liderazgo en el mundo occidental y da un golpe de autoridad sobre la mesa de quienes creen que por sus problemas internos en materia política (léase Biden vs Trump) no podrían continuar a la cabeza de este proyecto, como ha sucedido los últimos 75 años.

Segundo, luego de las diferencias que Europa ha tenido derivado de sus múltiples asimetrías en temas electorales, políticos y sociales, esta reunión de la OTAN les ayuda a fortalecerse como integración que tiene un objetivo en común y no es defender a Ucrania, sino prevenirse de lo que Rusia pueda hacer si es que logra dominar a los ucranianos.

Al final, esta reunión es benéfica para todos, pues Europa y Estados Unidos se fortalecen y, de paso, el gobierno de Zelenski reafirma que puede ser ayudado, aunque no como quisiera, pues en ningún momento la OTAN ha hecho el intento por incluirle como miembro pleno, lo cual, evidentemente, traería mayores compromisos y problemas más graves. Es más, Rusia gana también pues vuelve a la discusión internacional y el mundo reactiva su interés por algo que parecía que ya no era prioridad en el discurso global. Es así que la OTAN vuelve con más bríos y no queda más que esperar el siguiente movimiento en el tablero geopolítico.

*El autor es Doctor en Ciencias Administrativas por el IPN, profesor de telesecundaria y asociado del Consejo Mexicano de Asuntos Internacionales (COMEXI). Sígalo en X: @fabrecam

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