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Opinión

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Carolina Bolívar, una estrella de libertad

“Las verdaderas estrellas en nuestra vida son las personas que han sabido vivir rectamente”, escribió el papa Benedicto XVI en su encíclica Spe Salvi. Por eso su luz jamás se extingue y, aunque se vayan físicamente de este mundo, su luz brilla por siempre.

Hoy rindo homenaje a una estrella de estrellas, Carolina Romero de Bolívar, mujer incansable, idealista, soñadora, amante de las grandes causas y los grandes ideales. Mi querida Carol fue amiga, maestra, consejera y guía. Su gran mérito fue no buscar brillar, sino ayudar a que otros lo hicieran. Por eso su luz ha brillado tanto y tan lejos.

En 1982, tras la nacionalización de la banca, eligió no quedarse callada ni permanecer indiferente. Por eso fundó el Instituto Cultural Ludwig von Mises AC para forjar un México libre. Fue un faro que guió a varias generaciones por el sendero de la libertad y la prosperidad.

Enormes fueron sus aciertos y sus logros en una lucha incansable por la libertad económica, la libertad política y la ética en México. Su grandeza de miras y su corazón tan generoso nos enseñaron que todo es posible.

Tuvo las dos cualidades más grandes de Winston Churchill, a quien tanto admiró: la humildad y la humanidad. Gracias a Dios nos encontramos hace casi 15 años y desde entonces me inspiró, como el Quijote, a aventurar mi vida por la libertad, “uno de los más preciosos dones que a los hombres dieron los cielos”. Juntos soñamos en grande.

Carol fue maestra e inspiración para muchos. Nos enseñó a vivir por algo mucho más grande que nosotros mismos: las causas y los ideales, ésos que no mueren y siempre dan sentido y propósito a la vida. Gracias a ella y al ejemplo de su inseparable esposo, Simón Bolívar, hombre excepcional. Su vida y testimonios nos inspiraron y motivaron a empezar esta gran aventura de defender y promover la libertad en México a través de la creación del Instituto de Pensamiento Estratégico Ágora AC en el 2008.

No alcanzan las palabras para rendir homenaje a una mujer tan querida y admirada en todo el mundo. Fui testigo de cómo grandes personajes de nuestro tiempo, premios Nobel, presidentes y primeros ministros la reconocieron por su espíritu inquebrantable y su entusiasmo inagotable. Querida Carol, fue un honor haber sido bautizado como tu hijo intelectual. México necesita muchos seres humanos excepcionales como tú.

Honraré tu memoria siempre haciendo en vida todas tus enseñanzas y manteniendo con fuerza tu legado hasta ver a nuestro México convertido en el país libre, solidario y próspero que soñamos juntos. Gracias por enseñarnos a Clau y a mí a soñar lo imposible. ¡Gracias de corazón hasta el cielo, gracias, querida Carol, por todo y por siempre!

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Armando Regil Velasco es Presidente Fundador del Instituto de Pensamiento Estratégico Ágora A.C. (IPEA)

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