Lectura 4:00 min
¿Cómo asegurar pensión digna para todos los mexicanos?
El mundo entero afronta una grave crisis en lo que respecta a las pensiones. No es un asunto menor: tenemos que garantizar que todas las personas puedan vivir dignamente, sobre todo, los adultos mayores, que muchas veces requieren cuidados especiales y que frecuentemente no cuentan con una familia que pueda hacerse cargo de ellos.
Incluso con sus altísimos niveles de productividad y de empleos formales, a causa de las pirámides demográficas —en las que hay pocos jóvenes— numerosos países de Europa Occidental no podrán costear las pensiones de quienes se han jubilado. Chile, una de las naciones más desarrolladas de América Latina, se estremeció a comienzos de 2020 a causa de movilizaciones masivas que demandaban con insistencia eliminar el sistema de Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores) y sustituirlo por un modelo de ahorro que realmente consiga garantizar la seguridad social.
Desafortunadamente, en nuestro país, esta problemática se presenta con especial intensidad. Los altos índices de informalidad se conjugan con problemas estructurales de nuestro sistema de seguridad social y hacen que muchos adultos mayores se encuentren absolutamente desprotegidos.
En 1997 se realizaron modificaciones a la Ley del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) con el propósito de que los fondos del retiro fueran generados por el ahorro de los mismos trabajadores. Aunque esto parecía ser un paso que permitiría garantizar las pensiones sin reblandecer las finanzas públicas, en los hechos ha favorecido que muy pocos mexicanos alcancen una pensión y que el monto de las mismas sea extremadamente bajo.
Según el destacado economista Santiago Levy, sólo se pensionarán 3 de cada 10 empleados que están inscritos en el IMSS. La gran mayoría de ellos oscilará entre la formalidad y la informalidad; en consecuencia, carecerán de ingresos y de servicios de salud en una edad de vulnerabilidad. Además, hay alrededor de 30 millones de trabajadores en la informalidad. Ellos jamás podrán aspirar a una pensión digna.
En este contexto, el Ejecutivo Federal anunció que presentará al Congreso de la Unión una iniciativa de reforma al sistema vigente de pensiones, la cual tiene como objetivo reducir el número de semanas de cotización y las comisiones que cobran las Afores, así como incrementar el monto de las aportaciones. Aunque la finalidad de estas modificaciones es incrementar la cobertura y la calidad de las pensiones, no se resuelven los problemas de fondo. De entrada, solamente el 24% de la Población Económicamente Activa (PEA) sería beneficiaria de estos cambios a la normatividad. Además, al aumentar el costo de la contratación formal en alrededor de 9%, se incentiva la informalidad.
Es necesario pensar en soluciones que modifiquen de raíz el mundo laboral en México y que garanticen la seguridad social para todas y todos. Para TallentiaMX, es importante recordar que la subcontratación responsable y profesional puede contribuir enormemente a ello. hoy en día, por ejemplo, cerca de 7 millones de mexicanos trabajan bajo algún esquema de tercerización, lo que equivale al 34% de los empleos formales ante el IMSS. Estos empleados reciben en promedio un salario mínimo más que todos los trabajadores que cotizan en el Seguro Social. Además, en los sectores que más recurren a la subcontratación, la informalidad laboral ha caído del 33% al 22 por ciento.
Tenemos que dejar de parchar los errores del trabajo en México con soluciones insuficientes y transitorias que muchas veces terminan agravando los problemas a largo plazo. En su lugar, hay que buscar salidas permanentes. Entre los caminos a tomar, es necesario incentivar la subcontratación, que ha probado crear trabajos formales, productivos y bien remunerados. Sin ello es imposible pensar en bienestar.
*El autor es director general de TallentiaMX.