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Consecuencias financieras del divorcio
El cambio emocional, de la mano del patrimonial, puede llevar a una pareja a tomar decisiones abruptas.
Tristemente en México y en el mundo cerca de la mitad de los matrimonios resulta en divorcio. Nunca es agradable hablar de ello, pero es necesario para muchas personas que están viviendo esa situación. Siempre dejan consecuencias emocionales significativas.
Sin embargo, también hay consecuencias financieras que pueden ser igual de duras. Negociar contra alguien con quien alguna vez planeamos pasar la vida entera hace que este cambio sea tal vez uno de los más difíciles a los que algunas personas se tienen que enfrentar.
Para hacer un poco menos complicada esa transición, hemos preparado una lista de consejos que seguramente serán de mucha utilidad. Es importante mencionar que algunos divorcios surgen de común acuerdo, otros son guerras, por lo que todos estos consejos podrían no ser aplicables a algún caso en particular.
Sin embargo, uno siempre debe recordar sus principios, haya pleito o no, así como sus valores y el amor que uno alguna vez sintió, y basar sus acciones en torno a ellos.
• Cuestionarse el divorcio. Podría parecer que, en la actualidad, divorciarse es el camino fácil para resolver un problema conyugal. Todas las parejas, ciertamente, discuten y tienen conflictos.
Sin embargo, si el amor es parte de la vida, los problemas suelen resolverse de un modo o de otro. El divorcio siempre debe ser el último paso a tomar, cuando ya no existe la menor esperanza de solucionar los problemas.
• Olvidar la venganza. El sentimiento de venganza, el ánimo de revancha es muy común en cierto tipo de divorcios. Una persona puede sentirse herida, y en su ánimo de que el otro no se salga con la suya, buscar mayores problemas. Separar los sentimientos de los asuntos financieros es un consejo que resulta más fácil pronunciar que llevar a cabo.
Sin embargo, si uno realmente quiere un divorcio, es mejor trabajar en él eficientemente y de manera armoniosa, para que su relación termine pronto y cada uno pueda seguir su propia vida.
• Detallar sus recursos y sus prioridades. La pareja debe trabajar junta en hacer una lista detallada de todos sus activos y pasivos, e incluir en ella todos los hechos importantes que estén relacionados con su patrimonio. Una vez que ambos tengan la fotografía completa, comiencen a pensar en lo que realmente es o no importante en sus vidas, tanto desde el punto de vista financiero como desde otros aspectos.
• Educarse acerca de asuntos legales. Cuando enfrentamos cualquier proceso, es importantísimo que contemos con una preparación adecuada.
Nunca está de más comprar libros relacionados con el tema, cuyo contenido sin duda nos dará elementos para tomar las mejores decisiones.
• Seleccionar cuidadosamente a sus asesores. Los abogados, asesores fiscales y demás consejeros, suelen tener graves conflictos de interés.
Los primeros, por ejemplo, tienden a ganar más mientras más complicado y lento manejen el proceso, y mientras más problemas puedan existir (demandas por custodia de los hijos, demandas financieras, etcétera).
Siempre es importante rodearnos de individuos profesionales, que realmente estén en posición de ayudarnos de una forma eficiente. Es importante, además, saber el tipo de trabajo que están haciendo y supervisarlo constantemente; es decir, involucrarnos en él.
• Estudiar su contrato prenupcial. Cualquier contrato prenupcial bien elaborado debe prever los derechos y obligaciones que cada miembro de la pareja asumirá en caso de divorcio. En ocasiones, éstos varían dependiendo del causal que originó la demanda de separación.
• Analizar sus ingresos y gastos. Divorciarse, sin duda, es costoso. La separación suele modificar el mapa financiero, los patrones de ingresos y de gasto, de ambos miembros de la pareja. Muchas personas suelen pasar momentos financieros complicados después de divorciarse, situación que se tiende a estabilizar después de varios años. Asimismo, el análisis de estos factores antes y durante el proceso de divorcio puede ayudarnos a conseguir un acuerdo justo con nuestra pareja, que a ambos les facilite el tránsito a sus vidas separadas.
• Revisar su testamento y sus coberturas de seguros. Algunas personas incluyen a su pareja y a sus hijos en el seguro de gastos médicos que obtienen como prestación en su empleo. En ocasiones, ambos padres habían incluido a sus hijos como beneficiarios de su seguro de vida, además de sus ex-cónyuges, por lo que después de una separación es muy importante revisar estas necesidades, así como nuestro testamento.
• Replantear su plan de ahorro para el retiro. Con los desajustes financieros que implica un divorcio, cada integrante de la pareja está obligado a revisar y a replantear su propio plan de retiro, bajo los nuevos términos de su vida independiente.
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