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El descarrilamiento de la red troncal y la CFE
A finales de la semana pasada, Telecomunicaciones de México (Telecomm), órgano descentralizado de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, canceló una de las asignaturas que aún se encuentran pendientes de la reforma constitucional en materia de telecomunicaciones del 2013: la conformación de una red troncal de telecomunicaciones con cobertura nacional.
Desde aquel año, uno a uno se fueron cumpliendo los distintos compromisos ordenados por el constituyente con el ánimo de fomentar el crecimiento de los sectores de telecomunicaciones y radiodifusión, así como para garantizar un mejor y mayor acceso de los mexicanos a los servicios públicos que integran dichos sectores. Tal es el caso de la integración e inicio de funciones del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), la expedición de una legislación convergente, la declaración de agentes económicos preponderantes y el establecimiento de medidas asimétricas, la transición a la televisión digital terrestre, la licitación de dos cadenas nacionales de televisión abierta, la puesta en marcha de una Red Compartida mayorista, entre otros. Sin embargo, a pesar de que el artículo Décimo Quinto Transitorio del Decreto de la reforma constitucional en comento, asignó a Telecomm la tarea de planear, diseñar y ejecutar la construcción y el crecimiento de una robusta red troncal de telecomunicaciones de cobertura nacional, este organismo decidió cancelar la Licitación Pública Internacional (que se encontraba en curso desde junio del 2018), a tan sólo una semana de la fecha prevista para que presentaran sus propuestas los interesados, quienes incluso fueron avalados por el IFT en una etapa previa del propio concurso.
Haciendo referencia a los objetivos planteados en el Plan Nacional de Desarrollo 2019-2024 y una visión distinta por parte del actual gobierno federal, como lo es la prestación de servicios de telecomunicaciones a través de una empresa pública sin fines de lucro —CFE Telecomunicaciones e Internet para Todos—, Telecomm determinó cancelar el proyecto de asociación público privada que permitiría el crecimiento de una red troncal de telecomunicaciones a partir del aprovechamiento de 25,000 kilómetros de fibra óptica de CFE y de la inversión de capital privado por un monto mínimo de 180 millones de dólares para el despliegue de mayor infraestructura alrededor del territorio nacional.
Con independencia del incumplimiento de un mandato constitucional y de la incertidumbre que genera el incumplimiento de compromisos por parte del gobierno federal, hoy, es aún más imperativo conocer con mayor detalle —tal como lo he sugerido en entregas anteriores— el proyecto que comanda CFE Telecomunicaciones e Internet para Todos, el plan de negocios y/o planes de inversión y de despliegue de infraestructura para alcanzar la cobertura nacional, información que debería estar perfectamente delineada en la solicitud de concesión que recientemente presentaron ante el IFT. Por ejemplo, en virtud de que el presidente López Obrador ha insistido en afirmar que sólo se cobrará a los usuarios el “gasto de operación” de la red de CFE Telecom e Internet para Todos, valdría la pena que así como se estimó con anticipación los probables costos del proyecto de la red compartida, se hagan públicas las estimaciones de los costos del despliegue de esta red y los estimados del costo de operación anual de la misma. Iniciar este proyecto sin una discusión pública sobre los costos estimados, anticipa una condena al fracaso, por las sorpresas que siempre se presentan.
El tipo de cambio como indicador de la 4T
Los mercados financieros le hicieron una advertencia al presidente López Obrador respecto a su insistencia de presumir el nivel del valor del peso frente al dólar como indicador del buen camino por el que va la economía y la aparente confianza en su gobierno. Hacia la tarde de ayer el peso había perdido en apenas una semana 2.6% de valor. El problema para la 4T es que en todos los demás indicadores las cosas no pintan muy bien. Se anticipa un mal tercer trimestre.
*El autor es economista.