El veto colapsa al Consejo de Seguridad

Las imágenes remueven emociones y describen estados de ánimo. La de ayer, del Secretario General de la ONU, Antonio Guterres, habla por sí sola.

Guterres es rodeado por miembros de seguridad en su visita a Kiev, Ucrania. Dos de ellos lo toman del brazo para que encuentre apoyo en su recorrido por las calles de la capital.

Kiev fue bombardeada luego de varias semanas que no recibía proyectiles rusos. No es casualidad.

En palabras del presidente de Ucrania, Volodimir Zelenski, el bombardeo de ayer a Kiev tenía como objetivo humillar a la ONU. Los bombardeos "dicen mucho sobre los esfuerzos de los dirigentes rusos para humillar a la ONU y a todo cuanto esta organización representa", dijo Zelenski en un video publicado en Telegram.

"El Consejo de Seguridad fracasó en hacer lo que estaba en su poder para impedir y poner fin a esta guerra", dijo Guterres junto al presidente Zelenski, considerando que era la "fuente de una gran decepción, frustración y enojo".

El Consejo de Seguridad tiene como objetivo principal mantener la paz y la seguridad internacionales. Las palabras de Guterres las expresa seguramente por la impotencia que siente de no poder aportar un grano de arena al conflicto que vive Ucrania luego de que Rusia la invadiera y atacara desde el 24 de febrero.

El Consejo de Seguridad se encuentra nulificado gracias a la figura del veto que Rusia tiene a su disposición. Los cinco miembros permanentes pueden trabar las resoluciones que se propongan. Rusia jamás aprobará cualquier resolución que condene lo que su gobierno está haciendo en contra de Ucrania.

El embajador representante permanente de México en Naciones Unidas, Juan Ramón de la Fuente reiteró el pasado 27 de febrero la postura histórica de la diplomacia mexicana en contra del veto.

La probabilidad de que uno de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad (China, Estados Unidos, Francia, Reino Unido y Rusia), junto a sus respectivos aliados, tengan intereses en un conflicto internacional es elevada. El veto está a disposición de los cinco miembros permanentes. Siempre lo usarán en defensa de sus intereses.

Esta semana la Asamblea General acordó por consenso que se reunirá cada vez que haya un veto en el Consejo de Seguridad.

La resolución, patrocinada por el principado de Liechtenstein, indica que el máximo responsable de la Asamblea podrá solicitar un debate sobre la situación sobre el tema que propicie un veto.

El objetivo es mostrarle al mundo un tema de seguridad crítico que para uno o varios de los miembros permanentes del Consejo de Seguridad, lo mejor es vetarlo por sus intereses.

Es clara la urgencia de una reforma profunda en el Consejo de Seguridad.