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Energía y cambio climático, México a contracorriente
México va en sentido contrario respecto de la mayoría de los países del mundo que le están apostando a las energías limpias y a la reducción de las emisiones de carbono.
La idea de asignar un precio al carbono y las emisiones de CO2 para ayudar a combatir el cambio climático se ha estado difundiendo lenta, pero inexorablemente, por el mundo.
México, con el cambio de gobierno, ha pasado de la apertura del sector energético y compromisos concretos para abatir la amenaza del cambio climático, a la cerrazón a las inversiones privadas, el rechazo de las energías limpias y un confuso posicionamiento respecto del cambio climático.
México va en sentido opuesto respecto de sus dos principales socios comerciales: Estados Unidos y Canadá, cuyos gobiernos van por energías limpias y compromisos para la reducción de emisiones de carbono.
La política energética del actual gobierno, se basa fundamentalmente en el uso intensivo de energía sucia o fósil y el retorno a la condición monopólica de Pemex y la CFE, que implica el uso de la abundante producción de combustóleo.
Al gobierno de Estados Unidos encabezado por el presidente Joe Biden no le ha pasado inadvertido el tema.
En días recientes, la poderosa oficina ejecutiva conocida por su sigla en inglés: USTR, la United States Trade Representative -la agencia del gobierno de los Estados Unidos, responsable de recomendar y desarrollar una política comercial del país para el Presidente de los Estados Unidos, encargada de conducir las negociaciones comerciales bilaterales y multilaterales-, advirtió sobre los riesgos de la política energética del gobierno lopezobradorista.
En México, desde el Presidente de la República y la secretaría de Energía, Rocío Nahle han insistido en que la política energética es un tema que corresponde exclusivamente al gobierno de México.
Justo en la fecha emblemática del Earth Day 2021, en México se aprobó la reforma a la Ley de Hidrocarburos. Previamente se aprobó la reforma a la industria eléctrica. El presidente de México inició su discurso en la reunión global sobre el cambio climático, hablando de los últimos descubrimientos de petróleo mientras que los líderes de otros países hicieron compromisos específicos para reducir sus emisiones de carbono mediante el uso de energías limpias.El presidente de México insistió, aunque el presidente de Estados Unidos, Joe Biden ya la había rechazado, en su iniciativa para sembrar árboles en Centroamérica, como una solución al problema migratorio.
México va en sentido contrario en el tema de energía y cambio climático, del mundo y de sus socios comerciales.
Coparmex, problema y solución
El diagnóstico de la Coparmex que encabeza José Medina Mora es devastador: revertir la pobreza, generada por la pandemia y el escaso apoyo gubernamental, podría llevar 10 años.
El sindicato patronal urge al gobierno mexicano a actuar y propone seis acciones específicas:
1.-Redireccionar temporalmente el gasto en proyectos de infraestructura, a políticas públicas que atiendan a la población que se encuentra por debajo de la línea de pobreza, por ingreso.
2.- La creación de un seguro de desempleo.
3.- Generar certeza a la inversión.
4.- Medidas de apoyo para proveer de liquidez a las micro, pequeñas y medianas empresas.
5.- Asegurar que los niños y jóvenes cuenten con herramientas digitales. Cerrar brechas digitales.
6.- Ampliar el sistema para que las mujeres puedan acceder y reincorporarse al mercado laboral.
No es la primera vez que el sector privado propone algo similar. De hecho, el presidente de la República, ha respondido a la petición de que suspenda las megaobras del sexenio, con un dicho popular: “ y su nieve de qué la quieren”; y en cuanto al apoyo a las empresas ha repetido que “quebrarán las que tengan que quebrar”, y ha sentenciado “que se rasquen con sus propias uñas”.Al resto de las propuestas ha dicho simple y sencillamente que no.
Pero no está demás que Coparmex insista en señalar el problema y la solución.