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Famsa, ¿iliquidez? (otra vez)
Luego de haber entrado y salido de concurso mercantil, Famsa registra una nueva crisis de liquidez.
Una semana previa al pago de la primera amortización, el pasado 31 de agosto, la administración de la empresa y el comisionado mercantil: Banco Afirme, informaron a Bancomext que Famsa no contaba con flujo para cubrir la amortización ni la nómina.
Dijeron que les hacen falta recursos por alrededor de 1 mil millones de pesos para los próximos meses.
A pesar del acuerdo entre acreedores y la inyección de capital que recibió para realizar su reestructura, Famsa, registra “un problema de caja”.
Y por supuesto –de acuerdo con fuentes confiables– ya recibió un rotundo no, de parte de sus acreedores.
Ya le dijeron que no pondrán más dinero. De hecho, ya le pidieron que presente cuanto antes un plan de acción para aumentar el flujo de caja de Famsa para que continúe con la operación de la empresa y cumpla con sus obligaciones financieras.
Famsa salió de la “quiebra” o concurso mercantil en virtud de un acuerdo con sus principales acreedores: Bancomext, Multiva, BBVA, Banco del Bajío e Intercam, con quienes llegó a acumular una deuda por 5 mil 369 millones de pesos.
Con el acuerdo, los acreedores le inyectaron dinero fresco (new money) por un total de 570 millones de pesos, por lo que la exposición total de los acreedores aumentó a 5 mil 939 millones de pesos.
Banco Afirme se interesó y se comprometió en calidad de Comisionado Mercantil a cambio de hasta 30% de las acciones de Famsa.
Banco Afirme inyectó 900 millones de pesos.
Y se sujetó a 3 obligaciones concretas: 1.- Determinar la compensación de consejeros y designación del management; 2.- definir y ejecutar estrategia comercial, presupuestos, flujo de caja, tesorería y financiamiento, y al seguimiento de las obligaciones del convenio concursal, arrendamientos, información financiera. 3.- Decidir los proyectos de inversión, planes comerciales, riesgos, procesos operativos y rentabilidad.
El acuerdo se condicionó a la aportación de acciones del grupo de control, que se formalizó el 30 de mayo pasado.
Se concretó con una orden judicial de por medio frente a la demora y resistencia que se registró.
El nuevo consejo de administración de Famsa, a partir del acuerdo entre acreedores, quedó integrado con 3 consejeros de Afirme, 2 de Bancomext, 1 de Multiva y 1 de otros acreedores.
Bancomext tiene el control sobre los derechos corporativos de la empresa, pero no es accionista. Tiene acciones en garantía sobre el nuevo financiamiento que concedió.
El plan de desembolso del New Money elaborado por Afirme y Deloitte contemplaba un remanente de 221 millones de pesos para realizar distintos pagos, sin embargo, Famsa pagó 173 millones de pesos en arrendamiento en junio y julio del 2022, y en consecuencia comprometió el flujo de caja.
Afirme cobró 170 millones de pesos con el New Money para reembolsar las aportaciones que hizo para capital de trabajo en plazo en que se firmó la reestructura.
Afirme ha cobrado mensualmente un promedio de 45 millones de pesos de intereses de las líneas de inventarios de junio a agosto 2022.
Famsa tenía todo para mantener en operación a la empresa y salir de sus problemas financieros.
Pero todo indica que está desperdiciando la oportunidad.
Parece que en la difícil situación que registra Famsa hay corresponsabilidad entre la propia empresa y Banca Afirme.
Se habrían conjugado una serie de factores que derivaron en el problema actual: Famsa perdió el negocio de descuento vía nómina (lo llevaba Crédito Real); las ventas de crédito prácticamente ya no existen y el retraso en la cesión de las acciones.
Además de un problema de management y de una fallida estrategia comercial.Lo paradójico es que la empresa y el comisionado mercantil han mantenido a los mismos ejecutivos que llevaron a la quiebra a la empresa, el director general Luis Gerardo Villarreal y el director de finanzas Abelardo García.
Veremos cómo se resuelve éste nuevo y difícil capítulo en Famsa.